Una historia que te hará acercarte más a una aventura que no puedes dejar escapar
Corría el mes de mayo de 1762 cuando las tropas del Marqués de Sarria cruzaban la frontera portuguesa. Antes de eso, los miles de soldados del Cuerpo de Infantería de del otro lado de los Pirineos ya había dejado un rastro de destrucción a su paso por tierras españolas.
Los soldados marchaban alineados quedándose pequeña la vieja carretera que une Zamora a Miranda do Douro.
Esta inmensa cantidad de medios y hombres en movimiento no dejó indiferentes a las poblaciones de las pequeñas aldeas que circundan esta carretera. Y desde que comenzaron los movimientos de tropas, muchos vecinos de las aldeas españolas se apresuraban a llevar la noticia de la inminente invasión al lado portugués.
A fin de cuentas, el enemigo era común. Así, cientos de vecinos de las aldeas españolas y portuguesas circundantes cruzaron el río y fueron a engrosar la defensa de la ciudad de Miranda.
Al final del día, las tropas invasoras ya se hacían oír cerca de Miranda. Por todas partes se oían las trompetas y los tambores de los batallones desplazándose.
En las escarpadas tierras del Duero resonaban los pasos del invasor. Mientras sucedía esto, cientos de personas de los campos circundantes, como pequeñas hormigas laboriosas, se apresuraban a abastecer a la ciudad de todos los bienes necesarios.
Cruzaban el Duero en balsas y a nado llevando todo cuanto creían que podría servir para la defensa de la ciudad.
El resultado de esta batalla, y de las otras que se sucedieron, sólo lo descubrirás cuando respondas a la llamada y también tú te atrevas a pasar el Duero y vayas al encuentro de Miranda.
Y tú, ¿aceptas el reto? ¿“Te atreves a pasar”?
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