Me llamo Alberto aunque casi todos me conocen por mi apellido Ogayar, tengo 26 años recién estrenados y llevo con la pañoleta al cuello desde los 8.
Comencé en el Grupo Scout Agintza, en mi pueblo; este grupo se disolvió y para terminar mi etapa como chaval fui al Mikael, un grupo en el centro de Pamplona.
Con ellos empezó mi andadura como educador, al cabo de unos años volví a mi pueblo y formé junto con varios amigos el grupo Doniantzu y actualmente no estoy en ningún Grupo.
Desde el año pasado soy miembro del equipo directivo de Scouts Católicos de Navarra como encargado de comunicación.
Además de estar muy implicado con los scouts, también eres voluntario de la Cruz Roja, ¿desde cuándo?
Soy voluntario de Cruz Roja desde abril del 2010.
¿Cuántas horas le dedicas y qué haces, exactamente? ¡Cuéntanos!
Al final la frase «no puedo, tengo scout», la repito mas veces de las que me gustaría y a la Cruz Roja le dedico cada vez menos tiempo.
No obstante trato de ir a algún preventivo un par de veces al mes.
Antes, cuando estudiaba, podía compaginarlo mejor y hacer puestos de urgencia por las tardes entre semana, pero ahora con el trabajo el tiempo libre escasea y hay que dosificarlo bien.
Los preventivos son eventos en los que se despliega un dispositivo sanitario para socorrer rápidamente posibles urgencias, por ejemplo carreras, conciertos, partidos de fútbol, etc.
Luego están los puestos de urgencia, que son 8 horas de dedicación; SOS Navarra llama para la urgencias que ocurren en la ciudad.
Últimamente hago muy pocos puestos de urgencia por el horario de trabajo y hago más preventivos porque las horas son más flexibles.
La época de más actividad en el año es el verano, teniendo festejos por toda la geografía navarra la demanda de ambulancias se dispara, pero el pico de más actividad y ajetreo son los Sanfermines, con varios puestos de ambulancias a la vez y preventivos como el encierro.
¿Por qué decidiste implicarte con este proyecto? ¿Cómo te llegó la idea?
En la etapa ruta cada uno de la rama teníamos que buscar información sobre distintas ONGs o asociaciones del barrio y la que elegí fue Cruz Roja.
Poco a poco me iba picando el gusanillo y cuando ya estaba de monitor en el grupo, quise hacer el curso de Auxiliar en Transporte de Ambulancias (ATA) impartido por Cruz Roja para tener una buena base de conocimientos sanitarios y tener otras opciones laborales.
Las prácticas en las ambulancias, el buen ambiente que había y los objetivos que tiene la entidad fueron los motivos que me llevaron a colaborar en Cruz Roja
¿Qué te aporta?
Lo primero, es esa experiencia en momentos difíciles, aprender a reaccionar de forma correcta frente a una emergencia, la adrenalina del momento…
Per,o sobre todo, es la sensación de que estoy ayudando a una persona en una situación de vulnerabilidad, cuando más necesita de ayuda, estar ahí para dar lo mejor de mí.
Seguramente vives momentos duros, trágicos, tristes… y también buenos, alegres, de satisfacción. ¿Es difícil gestionar tantas emociones y tan dispares?
Los momentos alegres son fáciles de gestionar, dejas que fluyan y punto.
Pero los difíciles son más complicados de lidiar, cuando haces todo lo posible pero no llegas a salvar a una persona o cuando está empeorando su situación… son momentos difíciles en los que me apoyo en mis compañeros y amigos.
Sin ellos es posible que acabara loco.
Pero en esos momentos no puedes permitir que tus sentimientos se apoderen de ti, tienes a una persona que depende de ti y tu tienes que dar el 100% y hacer las cosas de la mejor forma como profesional.
Al cabo de las horas o en el mismo hospital en el que dejas al paciente, los sentimientos empiezan a aflorar y la mejor medicina son los amigos y el tiempo.
¿Has aprendido cosas que hayas podido poner en práctica en otros ámbitos? Por ejemplo en los scouts…
Por supuesto, al ser “el de Cruz Roja” siempre era yo el que curaba las heridas o el que evaluaba si teníamos que salir corriendo a urgencias o esperar al día siguiente a visitar al médico de cabecera.
Por suerte no he tenido nada serio mas allá de esguinces, roturas de clavícula o quemaduras y espero que nunca ocurra.
Pero si pasa, estaré preparado.
¿Tienes alguna experiencia que te haya ayudado a mejorar algo de ti, a aprender, que la recuerdes especialmente…?
De cada una de las experiencias se aprende algo, cometes errores y mejoras para la siguiente vez.
Recuerdo especialmente un accidente de trafico en el que no pudimos hacer nada por salvar la vida de uno de los implicados, este fue mi primer fallecido.
Esos momentos duros te ayudan a recordar que la vida cambia en un segundo o peor, que puede acabar y por ello tenemos que vivir y disfrutar de cada momento y darle importancia a las cosas que realmente merecen nuestra consideración.
No podemos salir de casa enfadaos con la persona que queremos, ya que no conocemos el destino y no podemos desaprovechar las oportunidades que se nos presentan porque quizás no vuelvan.
¿Qué ambiente se respira entre todas las personas que estáis trabajando?
Para mi es muy importante llevarme bien con mis compañeros, ya que comparto 8 horas mano a mano y en situaciones de estrés tenemos que entendernos rápidamente e ir sincronizados.
He trabajado con gente que no nos entendíamos o no nos llevábamos bien y eso repercute en nuestro trabajo y por eso procuro ir con las personas de mi confianza, aunque eso signifique ir menos veces.
En general el ambiente de Cruz Roja es muy bueno, nos juntamos personas de distintas generaciones y lugares todos con el mismo objetivo, ayudar a las personas más vulnerables.
¿Qué dirías a alguien que se está pensando si convertirse en voluntario de la Cruz Roja? ¿Lo recomiendas?
Sin duda lo recomiendo.
Yo estoy en la sección de socorros y emergencias pero tienen mucho más.
Si no soportas la sangre tienes la sección de juventud, intervención social, medio ambiente, cooperación internacional y mucho más.
Si tienes algo que dar, Cruz Roja es tu lugar.
Os invito a que os acerquéis a la sede de Cruz Roja más cercana y preguntéis en qué podéis ayudar.
Como scouts trabajamos por dejar este mundo un poco mejor de cómo lo encontramos, ayudando a las personas más vulnerables y dando nuestro tiempo y nuestro compromiso.
Sin duda estamos favoreciendo ese cambio.