«Me presento: soy Sara, la pionera del Grupo Scout Sayela que ha ido a Brownsea durante unos días del Jamboree, el encuentro mundial de Inglaterra. Quiero compartir con vosotros mi experiencia.
Brownsea es una isla situada en el sur de Inglaterra donde, hace 100 años, Baden Powel juntó a 20 chavales en un campamento e inició con ellos esto del escultismo.
Por ser el centenario, se decidió elegir a dos representantes de cada país para ir a Brownsea durante unos días y celebrar, el 1 de agosto, la ceremonia del Amanecer Scout.
Yo tuve mucha suerte, y resulté elegida junto con un chico de ASDE canario llamado Carmelo.
Durante los días del Jamboree, donde acudimos pioneros y rutas del grupo, nos concentraron a los representantes de cada país y, el día 30 de julio, a las 5 de la mañana, comenzó nuestra partida hacia la isla…
Antes de coger el autobús nos dividieron en cuatro subcampos: toros, lobos, cuervos y chorlitos, los nombres son los de las 4 patrullas que B.P. creó en el primer campamento. A mí me tocó en ravens (cuervos).
Tras 4 horas y media de autobús y un ratito en ferry llegamos a la isla. Allí, por subcampos, hicimos juegos de conocimiento y cantamos.
Al rato nos dirigimos a la carpa central, donde tuvo lugar una ceremonia de bienvenida en la que nos regalaron la pañoleta que nos atamos unos a otros con el nudo de la amistad.
Después de comer nos fuimos a hacer diversas actividades. A mi me tocó un taller de baile en el que nos reímos muchísimo.
Esa tarde vimos también el campamento réplica, en el que 20 chavales de distintas partes de Inglaterra han estado durante unos días reviviendo el campamento de hace 100 años.
Aquella primera noche hubo una fiestecilla con música que nos sirvió para estrechar lazos con las distintas personas de allá.
El día siguiente lo pasamos haciendo actividades; una carrera de lentitud en la que teníamos que conducir una bolita lo más despacio posible por unos tubos y hacer que mojara a un respon, juegos con los chavales de campamento réplica (fútbol, baloncesto, tiro a latas…), visitamos la carpa de África (en la que hicimos un taller de percusión) y la de Arabia (en la que disfrutamos de juegos tradicionales de allí).
Esa noche también tuvimos en la carpa una fiestecilla con música, concursos, malabares… cada vez quedaba menos para el día más esperado por todos.
Así llegamos al miércoles día 1 de agosto; día del Amanecer Scout. Nos levantamos a las 4 de la mañana y amaneció, pero no lo vimos todos juntos, lo cual nos decepcionó bastante.
Cada país cogió su bandera y las llevamos a una campa al lado del campamento réplica. Allí nos colocamos en torno a la flor de lis mundial dispuesta en el suelo y comenzó la ceremonia con el sonido del cuerno kudú.
Después, seis chavales subieron a un puente y dijeron una frase (cada uno en su idioma) referida al escultismo, representando zonas distintas del mundo.
Tras esto, todos los representantes de los países pasamos por el puente y nos saludamos: un momento espectacular, emotivo… genial.
Nos colocamos de nuevo rodeando la flor de lis y cantamos. Acabó la ceremonia y tuvimos un tiempo para despedirnos, recoger e-mails de la gente y desayunar. Hubo como final una ceremonia de clausura y regresamos al Jamboree.
Ha sido una experiencia que recordaré toda mi vida y que me ha permitido, a parte de conocer el lugar de origen del escultismo y todo esto, entablar una estrecha amistad con gente de diversas partes del mundo que nunca olvidaré.