Es una famosa frase del fundador del escultismo.
Pero, ¿a cuento de que viene?
Ahí va una historia…
«Un día, observé en un templo de Oriente, un dios de tres caras, representando el amor, el odio y la paz.
Pregunté cuál de las tres caras tenía mayor número de adoradores.
Me contestaron que la mayor parte de las ofrendas eran dedicadas al odio.
No porque el pueblo desease el odio, sino porque el temor al odio de los demás les hacía buscar la protección del genio del mal.
Parece un absurdo a primera vista que esa gente fuera dominada así por el temor.
No obstante, si reflexionamos, ¿no es el miedo, después de todo, lo que rige la política en todos los países del mundo?
Queremos la paz y por eso nos preparamos para la guerra.
Oramos por la paz, pero por el temor a los horrores de la guerra.
Y en gran parte practicamos el bien, por recelo a las consecuencias que se pongan al descubierto con nuestras faltas.
El miedo a la pobreza nos obliga a ganar dinero.
Extraído de «La educación por el amor en sustitución de la educación por el temor» (Baden Powell)
Foto vía OMMS