Padecemos hoy una gran crisis de autoridad en todos los ámbitos de la vida. El mismo Diccionario de la RAE insinúa que lo importante, lo primero, es el poder y el mando. Pero el poder tiene que ser legítimo, si quiere ser reconocido.
El abuso de poder que hemos sufrido en la época moderna –dictaduras, familia y escuela autoritarias, Iglesia piramidal- nos han llevado, en algunos casos, a rechazar irreflexivamente la autoridad de las instituciones –estado, Iglesia, escuela- y de las personas –padres, educadores, ‘autoridades’- y, en casos extremos, a no reconocer más autoridad que el propio capricho. Se rechaza la autoridad porque se la confunde con el poder.
En la cultura mesopotámica se consideraba a los reyes como pastores del pueblo; había que obedecerles porque ostentaban la autoridad divina y los dioses siempre quieren, se supone, lo bueno para los hombres. Como esa autoridad ‘divina’ resultara un tanto caprichosa, fue perdiendo prestigio y debió agarrarse, cada vez más, a la fuerza de la porra del guardia, que volvió a quedar ‘divinizado’, el pobre, bajo capa de ‘poder absoluto’.
Eso nos pasa por ser avariciosos, no ser responsables y querer atribuirnos poderes que sólo a Dios competen. ¿Cómo garantizar la moderación y el equilibrio entre autoridad y poder? Lo más moderno, lo más democrático es reforzar la autoridad.
Pero la autoridad puede disfrazarse de manipulación en el ámbito de la educación, de populismo en política o de presencia abrumadora en los medios de comunicación. La autoridad se refiere a la verdad y debe apoyarse en la coherencia de vida del político, de los padres, del pastor de almas, de cada educador.
No es necesario ser anciano para gozar de autoridad, la semana pasada pude comprobar la autoridad que emanaba de un buen puñado de monitores, casi todos jóvenes, en la celebración de la fiesta de San Jorge de los scouts.
Pero el poder sigue teniendo primacía mediática. Las personas tienen buen olfato y la crisis moral que padecemos pondrá a cada uno en su sitio.
Antonio Matilla, sacerdote.
Consiliario General de Scouts MSC