A principio de año, a los Lobatos nos visitó en el cubil un señor llamado José Miguel.
Nos contó que era el alcalde de un pueblo en el que se estaban sucediendo unas extrañas muertes y varias personas habían caído enfermas, no nos dio muchos más datos por la repercusión mediática que pudiera llegar a tener el asunto.
Sólo contábamos con que, en todos los casos, la persona afectada mostraba dos marcas circulares (como picaduras), la zona de alrededor inflamada e infectada acompañada de fuertes fiebres y dolores.
En seguida decidimos ayudar al alcalde y nos pusimos a investigar.
Con la ayuda de Kaa, que como todos sabemos, es una serpiente Pitón que estudia veterinaria, conseguimos deducir que las picaduras son de cobra.
Un misterioso contacto nos citó a todos en la Estación de Trenes Rosa de Lima.
Casi sin saber para qué, nos plantamos allí, conseguimos nuestros billetes de tren y viajamos hasta Pancorbo.
Una vez allí, el misterioso contacto, nos indicó una hora y un lugar.
Hasta la hora del encuentro, estuvimos haciendo varias cosas, entre ellas: recibimos en la manada a cinco lobeznos, fabricamos unas “Minimáximas de Baloo” para que los lobatos las cuelguen en su habitación e hicimos la cena…
¡Vaya pizzas al gusto!
Cuando llegó la hora del encuentro, fuimos en busca del lugar y allí encontramos una bolsa llena de botellitas y tres folios de papel en blanco.
Los Viejos Lobos retamos a los Lobatos a que escondieran la bolsa por el pueblo.
Si nosotros (siendo seis), conseguíamos robársela, significaría que no eran capaces de guardarla ellos solos.
Pero efectivamente, los lobatos demostraron que sí lo son.
A la mañana siguiente, descubrimos el mensaje secreto que contenían los folios en blanco, eran unas coordenadas en las que se nos indicó cómo encontrar el Pueblo Diminuto, el hogar de unas abejas muy especiales capaces de fabricar uno de los elementos necesarios para fabricar el antídoto que nos salvará de las posibles picaduras de serpiente: la apismelifolina.
Kaa, muy previsora, nos envió a los Viejos Lobos una carta explicando el protocolo de elaboración del antídoto, así que tras un largo paseo por el monte en busca de material y de esa sustancia tan valiosa, pudimos fabricar el brebaje que nos protegerá durante esta caza que promete ser intensa.
Para terminar antes de coger el tren de vuelta, estuvimos jugando a unos juegos propuestos por Chikai e hicimos una evaluación del trimestre y la salida en la que votamos dando saltos, ¡cuantos más saltos mejor!
Llegamos a la conclusión de que ha sido una gran salida.
Después de esto Rikki-Tikki-Tavi ya se puso en contacto con nosotros y nos explicó qué pasaba.
Resulta que en su casa ha descubierto dos cobras muy peligrosas y nos ha pedido ayuda.
De momento hemos conseguido unos planos y fotos de la casa de su familia, que tenemos que estudiar para elaborar la estrategia cuando vayamos en un par de semanas.