Don Borja, ¿qué aportan los Scouts a la formación de los más jóvenes?

El Movimiento Scouts Católicos está orientado a la educación mediante la acción.

Es una oportunidad para crecer en virtudes humanas de una manera atractiva para los jóvenes, muy en contacto con la naturaleza.

Esta es una de sus señas de identidad.

¿En qué se distingue este Movimiento del resto de instituciones eclesiales orientadas a la juventud?

Una de las características de los Scouts es su gran tradición, y esto dice mucho de un movimiento de este tipo.

La naturaleza, pasarlo bien y la disciplina se compaginan de modo que el joven va creciendo como persona de una manera atractiva y con una meta ambiciosa: dejar el mundo mejor de lo que nos lo encontramos.

Recientemente ha sido nombrado consiliario diocesano de los Scouts Católicos ¿En qué consiste su cometido?

Así es, desde hace muy poco soy consiliario del Movimiento Scouts Católicos en Sevilla.

Y mi cometido es claro: tratar de orientar ese interés por cambiar el mundo, por mejorar el mundo, hacia un encuentro personal con Jesucristo.

He llegado recientemente a este “universo scout” y, por tanto, los conozco más bien poco, es la verdad.

Pero estoy convencido de que mi misión no consiste en cambiar nada, sino en dar profundidad y sentido a la labor que se viene haciendo, que es digna de destacar.

¿Y cómo llega a los Scouts sin experiencia alguna en esta dinámica de naturaleza, fe, juventud…?

Ya digo, no tengo mucha experiencia.

Pero este desconocimiento inicial lo trato de suplir con una ilusión tremenda, se lo aseguro.

Acabo de llegar y estoy deseando conocer de lleno el movimiento y, sobre todo, a todos los jóvenes que están en contacto con los Scouts, que son muchos.

¿Antes de eso, cómo veía a los Scouts?

De pequeño recuerdo que tenía unos primos que iban con los Scouts.

Eran primos mayores que yo, y la verdad es que hacían que me pareciera algo interesante, aunque nunca pensé que iba a acabar tan unido a los Scouts…

¡Quién me lo iba a decir!

En cuanto me nombraron consiliario me acordé de ellos, lo conté a la familia y se pusieron muy contentos.

Ya más recientemente he podido celebrar la Misa de la Luz de la Paz de Belén.

Fue en medio de los días de la Navidad y pude compartir esa jornada con muchos scouts que se reunieron en la parroquia del Sagrario.

Tengo que decir que me gustó mucho la participación y el saber estar de todos ellos.

Para mí fue una alegría.

¿Qué cree que le va a aportar personalmente este contacto con los jóvenes?

Estoy seguro de que este contacto con los jóvenes me va a aportar mucho.

Estoy convencido, sin duda.

Me va a aportar grandes ejemplos de entrega, de sinceridad y de entusiasmo.

Llenar el tiempo de los jóvenes de iniciativas con valores positivos. ¿Hay un proyecto más actual en los tiempos que corren?

Claro que creo que el tiempo libre de los jóvenes debe estar lleno de valores positivos.

Sin duda.

La educación siempre ha sido una de las prioridades de la Iglesia y, en esta línea, los Scouts pueden hacer mucho y bueno.

Es quizás pronto aún para una evaluación, pero ¿en qué se distingue del resto un joven scout?

(Ríe tras meditarlo unos segundos) Efectivamente, es pronto, acabo de aterrizar.

Te lo diré en la próxima entrevista.

Espere a que los conozca un poco.

¿Cómo animaría a los jóvenes para que se acerquen a este movimiento?

El poco tiempo que llevo en los Scouts no impide, en cambio, que anime a los jóvenes a que se acerquen a este movimiento.

Sé que se trata de algo positivo, y estoy convencido de que es una manera estupenda de acercarse a la naturaleza, de hacer amigos y, por tanto, de encontrarse con Dios.

Ya le contaré.

 

Vía Archisevilla