La niebla es uno de los mayores enemigos que puede tener el montañero.
Podemos empezar el día con el mejor tiempo del mundo y, de repente, se puede asomar la niebla en la zona donde estamos realizando la actividad y termine por desorientarnos del todo.
Unas normas básicas de actuación en caso de encontrarse con la niebla es:
- Lo mejor es tener unos conocimientos básicos de meteorología que nos permitan detectar cunado se va a formar e intentar evitarla.
- Si nos encontramos con niebla, comenzamos con el descenso. El año tiene muchos días y la montaña no se va a mover del sitio.
- Ir a sitios con el sendero marcado o balizado para que en caso de que nos coja la niebla, no desviarse del sendero.
- En caso de que nos coja una niebla muy intensa no seguiremos caminando, nos quedaremos en el camino. Dar pasos en falso puede ser peligroso.
- Huir de zonas sin referencias (bosques, grandes campos, etc.)
- Si no se va la niebla es mejor pasar una noche a la intemperie que no tener un accidente. Y para ello, es bueno tener conocimientos sobre cómo improvisar un refugio.
Vía Sendas y Rutas