En estas fechas centenares de grupos scouts de Scouts MSC estamos cerrando los últimos temas para irnos de campamento dentro de unas semanas. Pero todo esto es no es más que la fase final de un proceso que comenzó hace mucho-mucho tiempo.
El primer paso que ha de dar un grupo a la hora de plantearse preparar un campamento de verano scout es analizar qué objetivos quiere cumplir con la actividad. En función de esos objetivos necesitaremos buscar una zona u otra, un tipo de campa u otro, …
Deberemos buscar una ubicación adecuada según los objetivos que nos planteemos y de las circunstancias concretas de nuestro grupo y de nuestros chavales.
Éste es el momento de evaluar las fechas y la disponibilidad de los responsables scouts de nuestro kraal, los medios con los que cuenta el grupo y los que necesitaremos para realizar la actividad.
Teniendo esto claro, habrá que salir a buscar este lugar. Tocará hacer kilómetros, carretera y manta, estar en muchos pueblos, preguntar a mucha gente, … Muchos grupos aprovechan esta fase, que puede resultar muy divertida, para hacer vida de kraal.
Una vez localizada la campa ideal, debemos averiguar quién es el propietario de la finca. Hay que hacer de Sherlock Holmes.
Para ello lo más rápido es preguntar en el pueblo más cercano, a otros grupos que hayan ido a este mismo lugar aunque, si no lo conseguimos de otra forma, siempre podemos realizar la consulta al Catastro (Ministerio de Hacienda), dado que esta información es pública.
Pero no es tan fácil.
No en todas las campas podemos realizar actividades, ya que hay zonas protegidas.
Es por esto que deberemos realizar una consulta a Medio Ambiente sobre si la zona escogida tiene algún tipo de protección o limitación para la realización de actividades.
Si no hay problema, deberemos obtener entonces el permiso del propietario de la campa, que puede ser un particular o bien un organismo público (muchas veces son los ayuntamientos).
Para ello deberemos contar con un escrito, a modo de contrato, en el que se establezcan las condiciones del “alquiler” (que no tiene obligatoriamente porqué conllevar un pago, puede ser una cesión sin una contraprestación económica).
A partir de aquí en cada una de las diferentes Comunidades Autónomas hay diferente legislación y hay que cumplir una serie de requisitos y trámites diferentes, pero que suelen ser similares.
Os ponemos el ejemplo de una campa en Castilla y León, una comunidad en donde muchos grupos scouts llevaremos a cabo nuestros campamentos este verano.
Una vez contamos con la autorización del propietario y que sabemos que es posible realizar la actividad en el sitio elegido, es necesario solicitar un informe al servicio veterinario de Sanidad al respecto de la potabilidad de las aguas de la zona y la salubridad y posibles focos infecciosos. Esto nos permitirá anticiparnos a posibles problemas posteriores.
En caso de que la campa se encuentre dentro de la ‘zona de policía de aguas’ de alguna Confederación Hidrográfica (a menos de 100 metros de la orilla de un río u otro curso de agua), habrá que realizar la solicitud apropiada.
En cada caso nos requerirán una documentación distinta, siendo en todo caso necesario contar con una descripción de la actividad y de las estructuras que se van a disponer y que la persona que presenta esta solicitud cuente con una acreditación de la representación por parte de la entidad solicitante.
A este mismo organismo habrá que solicitarle autorización para la captación de aguas y el vertido de aguas residuales. Como la solicitud hay que tramitarla con un mínimo de seis meses de antelación al comienzo del campamento, deberemos iniciar todo el proceso con mucho tiempo.
Habitualmente la Confederación Hidrográfica del Duero suele responder al cabo de dos o tres semanas, pero la del Ebro nunca tarda menos de tres meses y si quiere puede apurar los seis, así que hay que andar con cuidado de que no nos pillen los plazos…
Terminados los trámites iniciales comenzaremos con el desarrollo del programa de actividades, estableciendo un planning detallado de cada actividad a realizar.
Y este planning ha de ser revisado y evaluado en materia de seguridad por personas tituladas al efecto, monitor de nivel o coordinador de nivel (titulaciones propias de la Junta de Castilla y León, una especie de expertos en prevención) quien realizará las correcciones oportunas y fijará los requisitos de seguridad adecuados para cada actividad.
Posteriormente toda esta documentación se recopilará en un dossier que se empleará para solicitar a la Junta de Castilla y León la respectiva autorización para la realización de la actividad.
Esto deberías hacerlo como mínimo un mes antes del comienzo del campamento.
Ya sólo nos quedará obtener la autorización por parte de tu asociación diocesana scout para poder desarrollar el campamento (para que además te cubra el seguro de responsabilidad civil asociativo).
Y, después de estos farragosos trámites, comenzarían las tareas de logística propias que se desarrollan antes de la actividad.
Por ejemplo: el establecimiento del presupuesto de ingresos y gastos, la revisión y adquisición del material con el que se realizará el campamento (en base al planning de actividades) o la revisión y puesta a punto del botiquín, compras, comida, contratar el bus, …
Además no está de más realizar las siguientes visitas:
- Guardia Civil: informándoles de nuestra presencia en la zona, ubicación y rutas que se van a realizar.
- Centro de salud: obteniendo los horarios de atención y de urgencias e informándoles de las fechas en las que realizaremos la actividad.
- Centro forestal: informándoles de las actividades que vamos a realizar, sobre todo en las que haya presencia de fuegos.
- Supermercados y tiendas: para prever los casos en los que haya que realizar compras en la zona.
Ya sólo nos queda realizar las inscripciones de los chavales para que vengan al campamento, informar a los padres, si queremos, ir con ellos a ver la campa del campamento, …
Y arrancar y desarrollar nuestro campamento de verano.
Todo el trabajo anterior, que es mucho, tiene como finalidad desarrollar un montón de actividades con la finalidad de que se cumplan los objetivos educativos del grupo, de cada rama, …, dentro del entorno mágico en el que siempre se transforma el campamento de verano de un grupo scout.
Pero no acaba ahí todo, una vez finalizado el campamento será necesario presentar un informe con las hojas de incidencias a la Junta.
¿Parecía más fácil, eh?
Agradecemos esta colaboración de Juancho González Font