Imagina el peor de los casos, por las prisas olvidaste revisar el clima del sitio a donde iras acampar.
Al momento de llegar descubres de una fuerte tormenta se acerca, no le das mucha importancia y decides continuar con lo planeado.
Minutos después notas que empiezan a caer las primeras gotas de agua, por lo que consideras que lo mejor es colocarte las terceras capas –o impermeables, según sea el caso-.
¡Rayos! La tormenta se suelta muy fuerte por lo que eliges el primer sitio que encuentras para colocar la tienda de campaña, la empiezas montar y al momento de meter el saco de dormir…
¡Descubres que esta empapado!
Ahora tendrás que poner en marcha los siguientes consejos para no pasar frío.
Seca el saco de dormir
Si la tormenta se calma, lo que debes hacer para secar el saco es exprimirlo cuánto que puedas, suavemente para no dañar los tejidos.
Después tendrás que sujetarlo de los extremos y colgarlo de dos árboles, como si fuera una hamaca.
Déjalo colgado por un tiempo donde el viento le pegue directamente.
Recuerda, déjalo abierto para que se elimine el exceso de agua del interior.
Siendo sinceros, el único inconveniente es que esto puede tardar horas, incluso días.
Lo único que te queda por hacer
Si no tuviste suerte en el intento de secar el saco, lo único que te queda es prepararte lo mejor que puedas para no pasar una noche helada.
Consume bebidas calientes antes de dormir, como caldos o sopas.
Ponte toda la ropa caliente que tengas justo antes de dormir.
Para cubrir los pies puedes utilizar la mochila para aislar estas extremidades.
Un buen consejo es, si se cuenta con botellas de plástico, colocar agua caliente y poner las botellas entre nuestras axilas.
Evita la perdida excesiva del calor corporal utilizando una gorra.
Lo que nunca debes hacer
Jamás, nunca, expongas el saco al calor de la fogata.
Muchos pensaréis que es una buena técnica para secarlo, pero es totalmente falso.
Lo único que conseguiréis es que se destruya el forro, se pudra la tela y os exponéis a que se queme.
Además de que se impregnara el molesto olor a leña quemada.
Prevención
Para el próximo campamento revisa el clima al que te expondrás.
Prepara mejor tu equipo.
Muchos sacos son resistentes al agua, aun así no está demás que lo guardes dentro de una bolsa de plástico o forro impermeable.
Lo mismo ocurre para la mochila.
Una excelente recomendación es cargar con una sábana térmica -esta refleja aproximadamente el 80% del calor corporal- por si el saco se moja.
Vía Revista Azimut y foto