Los lobatos del Grupo Scout Castilla llevaron a cabo una caza para el recuerdo, y así nos lo cuentan.

“Mira que guay! Ahí es donde te enseñan a ser boy Scout”. Esta fue una de las perlas de la Caza que preparó la unidad de Lobatos del Grupo Scout Castilla, una caza que culminó este sábado con la visita al Micropolix, parque educativo donde los niños aprenden mediante el juego a ser: bomberos, policías, banqueros, médicos…

Todo comenzó por Enero, cuando realizamos una gran lluvia de ideas, donde escogimos las 5 que más “jugo” podíamos sacarlas, para que luego cada una de nuestras seisenas la preparase y se la expusiera al resto la siguiente semana. Cuando por fin llego el sábado de elegir la Caza que más nos gustaba, el éxito de Micrópolix fue arrollador; con diferencia fue la idea más votada. Pues bien, ya teníamos nuestra Caza escogida, solo quedaba dividirnos en 5 comisiones (1 comisión por seisena) y empezar a ponernos manos a la obra si queríamos que esto saliese. Las comisiones fueron: menú, transporte, actividades, alojamiento y Micrópolix. Aunque había mucha ilusión por la Caza, tardamos un par de fines de semana en ponernos las pilas. Una vez reunida toda la información y trabajo de comisiones, nos reunimos en roca del consejo a decidir qué hacer y concretar todo: actividades, transporte.

El trabajo estuvo a la altura, y concluimos que queríamos ir a Micropolix en el mismo día, realizando la actividad temática que tocase esa semana; y dejar la basada para la semana siguiente como BOOM y la evaluación.Ahora ya estaba todo planificado, pero faltaba lo más importante: ¿de dónde sacar tanto dinero para hacer la Caza? Las ideas que se llevaron fueron muy originales, y finalmente se decidió hacer unos pisapapeles cerámicos y unas carteras forradas hechas con cómic. Los cómics los hicimos rápidamente y conseguimos vender muchos a un bajo precio, aunque las ranas pisapapeles se tardó mucho y no se consiguió tanto beneficio, aunque eran muy originales y elaboradas.

Por último a falta de un mes conseguimos nuestro objetivo de los extrajobs y pudimos cerrar el viaje a Micrópolix para 17 de nosotros (tristemente no pudimos ir todos por comuniones…). Micrópolix es increíble! Las instalaciones son una pasada, y todas sus actividades son educativas, muy realistas y adaptadas a su edad. Con ellas a parte de divertirte pilotando un avión, sacándote el carnet de conducir o apagando un fuego; te enseñaban a trabajar en equipo, a reciclar y cuidar la naturaleza, y muchas más cosas. La anécdota de la tarde fue, cuando estábamos comiendo todos juntos en una sala, y pasaron unos niños al lado y dijeron: “Mira que guay! Ahí es donde te enseñan a ser boy Scout”. A falta de la evaluación, la Caza fue todo un éxito, ya que no solo fue educativa en sí misma, sino que conseguimos que trabajasen en equipo las seisenas, y les enseñamos nuevas formas de organizarse, obtener información y en definitiva, mejorando su desarrollo personal e intelectual, haciéndoles crecer como “pequeñas personas” que son.