Todo empezaba el domingo, a primera hora de la mañana, cuando cogíamos el avión dirección Madrid.
Después de hacer un poco de turismo por la ciudad, se encontraron con los scouts venidos de todos los rincones de España.
A las 17:00 empezaba el acto de reparto a la Catedral de La Almudena, donde Scouts de Madrid-MSC habían organizado una bienvenida.
Más de 3.000 scouts esperaban para recibir la Luz de la Paz de Belén, que hacía muy pocas horas que acababa de llegar de la mano de una delegación de Scouts de Canarias.
Un acto multitudinario y muy emotivo.
Todas las delegaciones, una vez acabada la ceremonia, regresaron a sus casas con la llama encendida.
Los menorquines hicieron noche en Madrid para, la mañana siguiente, coger un tren hacia Valencia, de allí en autobús hacia Dènia, desde donde seguimos la ruta con la llama encendida en el barco, hasta Mallorca.
Llegaron el martes por la madrugada y apenas habían descansado que ya estaban embarcando otra vez para viajar hasta Menorca.
«¡La llama ya está aquí!».
La Luz de la Paz de Belén ha hecho un largo viaje sin perder su fuerza.
Este año, por primera vez, ha viajado por aire, tierra y mar.
Ahora está en Es Migjorn, donde espera, pacientemente, a este sábado 20 de diciembre, cuando la llama se repartirá a todos los hogares de la isla.
Vía Escoltes de Menorca