Volver a la escuela es algo que cuesta, especialmente después de un divertido verano como solemos pasar los scouts.
Cada día a clase, tomando apuntes, haciendo deberes, estudiando…
Pero hoy tenemos la oportunidad de leer el testimonio de un scout suizo, Nicolas, a quien un ejercicio de clase le ha permitido hacer una visita muy especial.
Imaginad que os dicen: «¡Deberes! Tenéis que hacer una visita de un día donde queráis y redactar un artículo».
Por la noche, al regresar a casa, Nicola, que vive en Ginebra, se preguntó dónde podría ir…
Ecco! Siendo scout y viviendo en Ginebra, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar la Oficina Scout Mundial.
Pues… ¡manos a la obra!
Escribió un mail a la OMMS, siendo consciente de que cabía la posibilidad de no recibir respuesta… Pero había que probarlo, si las cosas no se intentan seguro que suceden.
Así que, aplicándose la gran frase de Baden Powell «la felicidad no se consigue sentándose a esperarla», le dio a «enviar» y… ¡sorpresa! unos días más tarde, encontró una grata noticia en su bandeja de entrada: habían aceptado su solicitud para visitar el Bureau.
Y, al fin, llegó su día más esperado.
La oficina de Ginebra gestiona, sobre todo, asuntos financieros, jurídicos y técnicos de la OMMS.
Tuvo la oportunidad de ver sus archivos, que son grandes cajones llenos de interesante información.
La oficina también tiene una enorme biblioteca llena de libros de las Organizaciones Scouts Nacionales de todo el mundo, así como una sala de reuniones donde se hacen videoconferencias.
Le gustó mucho el ambiente que reinaba en aquellos despachos, con todas las paredes decoradas con carteles scouts.
Pudo hablar con muchos de sus trabajadores, todos con sus particulares roles, y ser capaz de aprender todo tipo de cosas muy interesantes sobre el movimiento scout mundial.
Nicola pasó un gran día, fue una gran experiencia y ahora desea regresar algún día en este edificio.
Quién sabe…
Vía EuroScoutInfo