Os anticipamos que los inicios fueron duros, pues cuando se empezaban a asentar las bases, estalló la Segunda Guerra Mundial…

Pero vayamos por partes.

Viajemos al pasado, concretamente hasta enero de 1914, fecha en que se formó la «Sociedad Amiga de los Scouts», como «Hermandad de Scouts Mayores».

La idea original reunía estos objetivos:

  • Conservar a los muchachos Scouts en contacto los unos con los otros y en contacto con el Movimiento Scout después de dejar la Tropa y entrar de lleno a la lucha por la vida.
  • Conservar el ideal de buena ciudadanía que les ha sido inculcado a los Scouts.
  • Atraer hacia el Movimiento a los jóvenes que no hayan sido Scouts, proporcionándoles oportunidad de servir a su Patria.

Con este proyecto, básicamente se quería dar respuesta a un problema de tres caras:

  • Cómo mantener a los antiguos scouts bajo influencias benéficas.
  • Qué hacer con los scouts que volvían del Servicio Militar ansiosos de reanudar el trabajo con su Tropa.
  • Qué hacer con aquellos muchachos que, a los 16 o 17 años, descubrían la existencia del escultismo y eran demasiado mayores para inscribirse en una Tropa formada por muchachos de edad muy inferior.

Se hicieron varios experimentos, que acabaron con la publicación de un folleto que se llamó «Reglamento de los Rovers».

Voilá! Ya lo tenemos, este folleto constituye el punto de partida de la sección Rover en el movimiento Scout.

En dos años se hicieron hasta diez ediciones con 26.500 ejemplares.

El siguiente paso fue la publicación en dos partes, abril y noviembre de 1920, de Notas sobre la instrucción de los Rovers.

El cambio más interesante e importante hecho hasta entonces fue el aumentar la edad mínima de los 15 a los 17 años y medio.

 

La primera ocasión que tuvieron los Rovers, y el Movimiento Scout en conjunto, de presentarse ante el público, fue durante el Jamboree Internacional, celebrado en Olimpia en agosto de 1920.

Tras bambalinas, desempeñaron diferentes trabajos en los distintos campos y, con tan buena voluntad, que desde entonces quedó establecida y reconocida firmemente esta nueva rama.

En el Jamboree Imperial en Wembley, en 1924, de nuevo demostraron los Rovers su eficacia, quedando a cargo de ellos trabajos tales como los de policía, guías, encargados del servicio de transporte ferroviario, etc.

En la Pascua de 1926, se efectuó en Londres la primera reunión de Rovers, en forma de Moot.

El Albert Hall se encontraba llenó de Rovers llegados de todas partes de las Islas Británicas…

 

La historia es larga y tenida y sigue hasta nuestros días, casi 100 años después de los inicios de la rama.

Desde entonces, han sido muchos y destacados los avances en esta rama.

Y lo mejor de todo, es que nosotros hemos sido, y lo seguiremos siendo, testimonio de ello.

 

Vía Historia de los Scouts