Escoltes de Menorca reunió el pasado 6 de noviembre a todos los responsables de grupo y responsables de la entidad en la 40ª Asamblea Ordinaria que tuvo lugar en el Edificio Calàbria de Maó.

El encuentro contó con la presencia del director insular de Juventud, Joan Febrer, y sirvió para presentar a los nuevos miembros del Equipo Diocesano y los grupos de la Mesa Pedagógica y de Comunicación.

Entre los miembros se encuentran el presidente, Eduard López, el consiliario Joan Bosco Martí y el director de Formación, Antoni Fullana Marquès, entre otros representantes de toda la Isla.

El encuentro se desarrolló en un ambiente de trabajo y compañerismo en el que se aprovechó para presentar y aprobar el balance económico del curso pasado y el presupuesto de próximo ejercicio.

También se expuso y se dio el visto bueno al Plan Anual 2010-11, al Plan Trienal 2010-13 y a la oferta formativa de la Escuela de Formación.

Todo el encuentro estuvo ambientado en las hormigas y las semillas.

Ha llegado el momento del relevo.

Un equipo, después de tres años muy intensos de trabajo voluntario y lleno de ilusión, da paso a uno de nuevo para coger el timón d’Escoltes de Menorca.

El listón está bien alto, y los agradecimientos hacia las personas que han dejado su cargo se quedan cortos.

A punto para continuar la tarea de dinamizar una asociación ya arraigada en la sociedad menorquina, con ganas de crecer y seguir aportando un granito de arena en el entorno más próximo.

Escoltes de Menorca se ha propuesto para los próximos tres años una serie de actuaciones que van en la dirección de ser fieles a su estilo, partiendo de la humildad y concientes de la importancia y la responsabilidad que todo esto supone.

Consideran que los diferentes objetivos dan respuesta a los tres ejes que sustentan la ideología scout: Fe, Educación y País.

La primera propuesta parte de hacer una mirada hacia la asociación, tanto dentro de Menorca como fuera de ella.

El autoanálisis, necesario para definir un plan de actuación destinado a esas cosas que quieren reforzar, sin olvidar su entorno inmediato con el que interaccionan.

En segundo lugar, se quieren centrar también en sus grupos scouts. Sin ellos nada de esto tendría sentido.

Ahora pues, el equipo diocesano se propone ser más próximos y estar más unidos a estos.

Cabe destacar que en los grupos trabajan jóvenes voluntarios, padres, madres y otras muchas personas que también aportan su ayuda.

Además, se juntan para formar parte de sus poblaciones, porque quieren estar presentes en ellas y en aquellos eventos que afectan a todos.

Seguidamente, interesados en la fe, consideran que es un aspecto fundamental de nuestra vida.

Ofrece la oportunidad de cultivar valores fundamentales de la persona, están presentes dentro de su plan de actuación.

Conocen bien cuál es su identidad y la de las parroquias que los acogen. Por ese motivo, no pueden pasar por alto este aspecto y hace falta que sepan abrir su puerta a todo el mundo siempre respetando la diversidad.

Para finalizar, no quieren olvidar uno de los factores más importantes para sus intereses: la formación. L’Escola de Formació d’Escoltes de Menorca, sigue ofreciendo sus servicios para intentar mejorar su apuesta educadora en los diferentes niveles.

Responsables de grupo, gente de fuera de la asociación, etc., que podrán gozar de la escuela para aprender más cosas sobre el fantástico mundo de la educación.

Como se puede observar, se trata de darle sentido a todo un trabajo que se hace a partir de toda la asociación, desde que el niño o niña más pequeña participa dentro de un grupo, hasta el antiguo scout que recuerda con nostalgia sus días de campamentos.

Vía Escoltes de Menorca