Benito Mussolini fue el Primer Ministro italiano con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1945.

Durante aquellos tiempos, el escultismo italiano lo tuvo difícil para seguir con sus actividades, pues Mussolini había erradicado toda acción juvenil que no fuese de los «Opera Balilla», una organización muy parecida a las «Juventudas Hitlerianas».

Pero un grupo de intrépidos scouts, nombrados Águilas Vagabundas, arriesgaron sus propias vidas siguiendo su actividad en la clandestinidad y velando por un país justo y libre de fascismo.

La misión de formar jóvenes exploradores no era la más arriesgada que habían decidido asumir.

Se convirtieron en una especia de guardianes del valle, ayudando a pasar a Suiza muchos antifascistas y familias judías que huían de la CLN (Comité de Liberación Nacional).

Y aunque no empuñaron armas en ningún momento, las Águilas Vagabundas contribuyeron con la resistencia.

Los fascistas intentaron infiltrarse en este grupo de valientes scouts, pero no tuvieron éxito.

Para no permanecer aislados, las Águilas Vagabundas mantienen una nutrida correspondencia con scouts extranjeros para mantenerse siempre actualizados metodológicamente y al día del escultismo mundial.

Con sólo una veintena de años, estos scouts vivieron la época más dramática del conflicto.

Vía Historia de los scouts