El domingo muchos scout tuvimos la labor de ser Presidentes o Vocales en las Mesas Electorales de casi todo el país.
Es una tarea dura que empieza semanas antes del día de las votaciones, cuando llega a casa el aviso del cargo junto con un manual que, más que leer, hay que estudiar. Luego llega el día señalado y toca madrugar mucho, vigilar todo el día que el proceso sea legal y acostarse tarde tras largas horas de escrutinio. Hay mucho (¡mucho!) papeleo que hacer y hay que hacerlo todo bien. Las miradas de los interventores políticos y los apoderados siempre te observan, intentando, tal vez, encontrar el resquicio donde arañar algunas ventajas…
Pero nuestras urnas las custodió un Scout. E hicimos cuanto de nosotros dependió porque todo fuera correcto; no en vano, somos dignos de confianza.
Ganaran unos o ganaran otros, más allá de los resultados electorales, de las reivindicaciones a pie de calle y del resto de polémicas, la sensación de civismo, de orden y de respeto reinante demostraron YA que quien gana es el país. Somos una ciudadanía que conoce el Juego Democrático y eso es esencial para cualquier otro paso siguiente: sin respeto de las ideas ajenas, de las leyes y de las personas (sobre todo), nada podría prosperar.
… ¿Y ahora qué? Ahora nada, los Scout seguiremos haciendo lo mismo de siempre: educar para la vida y construir un mundo mejor.
Miguel F. Cerdán