¡Seguro que os quedará genial!

Material:

  • mechero
  • tijeras
  • aproximadamente un metro de cordino (con los 2 extremos quemados por el mechero para que no se deshilachen)
  • una canica
  • una anilla de llavero

Proceso:

(Si queréis seguir el proceso de fabricación con fotos, pinchad aquí)

Se agarra la canica con la mano que no utilizamos normalmente y la otra se pone el extremo del cordino.

Comenzamos a girar el cordino desde la unión de los dedos hacia el extremo (da igual que seáis zurdos o diestros, siempre enrollad hacia el extremo de los dedos).

La canica debe de quedar perfectamente centrada, en medio de los dedos y de los cordinos.

Una vez tenemos 4 vueltas tanto por arriba como por abajo, fijaos que si comenzamos desde abajo tendremos que acabar justo dando un giro en la cuarta vuelta.

Ahora deberemos pasar otras 4 veces el cordón desde “el suelo” hacia “el cielo”, es decir de abajo a arriba.

Es fundamental en este paso que no se te mueva la canica, si no… tendrás que volver a empezar.

Damos 4 vueltas hacia arriba, también teniendo en cuento dónde hemos comenzado.

Este es uno de los pasos más complicados y donde se suele fastidiarla siempre.

Se trata de sacar los dedos del “proyecto de llavero”, se debe de sujetar muy bien con la otra mano, primero sacamos el de arriba y luego el de abajo.

Nos falta ahora cubrir los 2 huecos por donde teníamos puestos los dedos.

Comenzaremos justo donde se había quedado el extremo y con mucho cuidado iremos pasando el cordino.

Se nos debería de ir formando un “algo” con esta forma, es fundamental que la canica no se nos mueva mucho.

Ahora comienzan los “estiramientos”, el proyecto de llavero está pasando sus momentos más delicados, poquito a poco tendremos que ir tensando el cordino de un extremo a otro.

Siempre es recomendable comenzar desde uno e ir siguiendo todo el itinerario hasta el otro extremo.

Lo mejor es tensarlo 3 ó 4 veces, primero muy poquito, luego otro poquito más, una tercera vez con algo más de fuerza y la cuarta haciendo uso de las uñas…

Seguimos tensando, pensaremos que lo tenemos mal, pero si hemos llegado hasta aquí, ya no nos queda nada no nos desanimemos y tensemos un poquito más.

Seguimos tensando y poco a poco va cogiendo la forma deseada, nos daremos cuenta que uno de los extremos cada vez se haciendo más grande y el otro comienza a desaparecer.

Nos queda un extremo del cordino a la vista que no queda muy bien, así que para dejarlo más “bonito” tendremos que esconderlo.

Para esconderlo tenemos 2 opciones (cortarlo y quemarlo, no es muy recomendable porque no suele quedar muy bien) o meterlo detrás de las otras vueltas de los cordinos.

Podemos dejarlo aquí, pero para usarlo de llavero tendremos que hacerle algún nudo, os recomiendo el nudo del ahorcado es muy facilito y es el que mejor queda y más dura.

Seguid este enlace para saber cómo podéis hacer el nudo y convertirlo en un llavero de verdad.

Vía Travessia scout