Fueron los scouts mexicanos quienes tuvieron la idea original, hace 7 años, de construir una flor de lis gigante con el propósito de incentivar el reciclaje.

Para la edición del 2010, se recolectaron aproximadamente 6 toneladas de latas, las cuales son suficientes para producir energía eléctrica a una urbanización de 160 casas durante 6 meses.

Mas de 1.500 Scouts de diversas regiones del país se reunieron en la ciudad de Mérida con el objetivo de contribuir a lograr un mundo mejor.

Unas de las metas de esta actividad era apoyar a organizaciones benéficas vendiendo las latas y donando el dinero recolectado, como por ejemplo a la Asociación Comunidad Juan XXIII, una asociación fundada en 1965 por un sacerdote italiano y reconocida por el Consejo de Laicos en 1998.

Esta Asociación atiende a niños abandonados en varios países del mundo, entre ellos Venezuela.

Con gran iniciativa un Lobato de 10 años fue la persona que aportó más cantidad de latas: nada más y nada menos que ¡13.000 latas!

Vía Revista LAS