Llego cansado de Albacete, por la intensidad del trabajo desarrollado en la Asamblea General del Movimiento Scout Católico.
La búsqueda honrada de la verdad, sin más garantía de éxito que la derivada de la oración, el diálogo, la reflexión, la experiencia y la actuación en conciencia desgasta mucho.
También me cansa conducir por autovía, por la monotonía inmisericorde del sol de verano, las rectas y el regulador de velocidad, que es mejor limitarse a si mismo la libertad que te la limite la Guardia Civil de Tráfico.
La libertad, en general, no debe ser limitada, sino madurada. A esa conclusión llegué, mientras paseaba por la orilla de mi río preferido para desentumecer los músculos y el espíritu: me encuentro a una señora mayor -¿setenta y cinco años?-, rodeada por veinticinco gatos, viejos y tiñosos unos, lustrosos y jóvenes otros; había preparado una mezcla de carne y les estaba dando de comer en varios recipientes.
¿Son suyos estos gatos, señora? ¡Qué pregunta más tonta!, pensé enseguida para mis adentros, si los gatos tienden a ser seres libres que sólo se juntan con los humanos cuando sacan beneficio comestible.
No, andan por aquí, por el campo y yo les doy de comer, dijo con voz dulce, acompañada de una dulce sonrisa, que potenciaba la belleza que tuvo y retuvo. La bondad es uno de los mejores tratamientos de belleza del mercado.
Los gatos son libres por instinto, pero la bondad humana les ayuda a mantener su libertad.
El caso de los niños es distinto. No tenemos el instinto de la libertad, la libertad debemos conquistarla mediante el aprendizaje, la experiencia y una conciencia bien formada y, para ello necesitamos la ayuda de los padres, los educadores, los amigos y de eso, a la vez abstracto y concreto, que es ‘la sociedad’ y ‘el estado’.
A lo concreto: cerca de nosotros hay varios Grupos scouts y otros grupos de jóvenes que necesitan locales para poder seguir aprendiendo el juego de la libertad, la responsabilidad, un sistema de valores basados en experiencias vividas en grupo y con el acompañamiento amistoso del que tiene su misma edad, pero también del educador.
Mensaje para Ayuntamientos, Sociedad, Estado y familias: reconozcamos la libertad de los gatos, pero potenciemos la libertad de los niños.
Sin locales para reunirse es difícil.
Antonio Matilla, sacerdote.
Consiliario General de Scouts MSC