Gracias por este año lleno de aventuras y nuevas caras ya amigas.
Con alguna que otra dificultad y momentos complicados… que me han hecho más fuerte y me han hecho ver que podemos superar cualquier obstáculo que se nos anteponga.
Con muchas proyectos, actividades, excursiones.
Gracias por la gran cantidad de nuevas cosas que he aprendido.
Por aquél día que estaba triste y me regalaste un abrazo.
Por animar a todo el kraal cuando no éramos suficientes responsables a principios de curso del año pasado; tu optimismo nos dio fuerzas para seguir buscando. ¡Y aquí estamos!
Por la manzanilla calentita aquel día de campas que no me encontraba nada bien.
Por haber tenido la oportunidad de descubrir y (re)vivir los valores del escultismo.
Por ser mi padrino de promesa, aún se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo.
Por ayudarme a ser mejor persona.
¡Gracias!
El nuevo curso lo empiezo con una nueva camisa: amarilla, azul, roja, verde o azul celeste.
O no, quizás aún no ha llegado la hora de hacer el cambio de rama.
En cualquier caso, no tengo ninguna duda de que será un gran año; ni mejor, ni peor: distinto y con muchos recuerdos que cosechar.
Foto vía OMMS