Después de tanto tiempo realizando este proyecto ha llegado el día en el que por fin lo podemos ver terminado.
Un proyecto que nos ha costado peleas, risas, enfados, unión y mucho esfuerzo.
Ver el trabajo terminado que hace apenas unos cuantos meses no sabíamos cómo empezarlo, qué querer expresar con esto, qué querer transmitir sobre algo que la gente suele prejuzgar antes de conocer.
Los scouts te enseñan una nueva y completamente distinta manera de ver la vida y de vivirla.
Te enseñan a no darle importancia a cosas que no la tienen y a dársela a la que realmente sí que la tiene.
Te enseñan a compartir, a dar lo mejor, a estar siempre listos, a ser una unidad, a servir.
En los scouts duermes poco, y encima en el suelo sobre una esterilla dura.
Te salen ampollas, te haces heridas, te salen cardenales, hueles mal, te duchas con agua congelada, tienes el pelo siempre enredado y sucio, se te acaba el agua en plena marcha y no encuentras donde rellenar la cantimplora.
Pero sabes que si sigues caminando junto a tus amigos-compañeros al final encontraréis agua.
Y es que ver la felicidad en la cara de tus AMIGOS al beber agua después de mucho tiempo sin poder beber en un día de calor y sin parar de andar, no tiene precio.
Por ejemplo esta es una de las cosas que tienen mucha importancia, porque todos hemos vivido y nos hemos apoyado en los malos momentos y hemos disfrutado y nos hemos reído en los buenos.
Ni siquiera te das cuenta de que las cosas «malas» existen en los scouts.
De hecho, he estado mucho tiempo pensándolas, porque ni siquiera las vemos, los scouts te eclipsan tanto que no te das cuenta que la oscuridad existe, ya que la luz es tan, pero que tan potente, que te da lo mismo si hay oscuridad o si no la hay.
En los scouts ríes, lloras, te enfadas, bailas, cantas, saltas, corres…
Es cierto que pasas momentos duros pero son estos los que te ayudan a mejorar como persona.
Ya he dicho que los scouts te aportan muchísimas cosas importantes.
Pero lo realmente importante que te aportan no son cosas, ni valores; son las personas que conoces en los scouts.
Ellos no son tus compañeros, ni tampoco tus amigos; ellos son tu segunda familia, por lo menos a mí me ha aportado a las personas que ahora mismo son de las que mas quiero.
Todo esto lo ha hecho posible el escultismo, así que…
Gracias Scouts.
Nina Hermida, Pionera de la Unidad Pionera Tuareg del Grupo Scout Orión de Huelva
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