Denominadas « Kay Eskout Kominotè » (KEK), estas 14 casas comunitarias son los lugares de encuentro y de actividades destinadas a devolver la confianza a los jóvenes haitianos, animándoles a tomar el timón de sus vidas y el futuro de su comunidad.
El objetivo es, a estos jóvenes de 12 a 25 años, que a menudo tienen la tentación de exiliarse, proponerles que adquieran conocimientos a través de formaciones técnicas, animaciones y programas socioculturales.
Educativas y laborales, este programa educativo integra una dimensión ciudadana, a través de un trabajo sobre la gestión de los conflictos, la educación en la igualdad, y el servicio a la comunidad.
Algunos centros puestos en marcha en colaboración con la RET (the Refugee Education Trust, creada por el Alto Comisariado para los Refugiados y especializada en la educación y la formación profesional de los adolescentes refugiados), proponen a los jóvenes una formación en los oficios de albañilería, fontanería, electricidad o carpintería.
Ayudados de una acción de alfabetización, esta formación les permite adquirir las bases necesarias para la obtención de un empleo en el sector de la construcción, así como participar de esta forma en la construcción de su país.
Además de la formación, estos espacios comunitarios disponen de un presupuesto para desarrollar diversas actividades según las necesidades expresadas por los jóvenes, tales como el teatro, el cine, los conciertos o los torneos deportivos.
Éstos también pueden concebirse como lugares de trabajo y de orientación escolar, mediante la puesta a disposición de libros y de recursos documentales.
Cuatro centros están siendo construidos con la ayuda de UNICEF, y 10 con la ayuda de la RET y del GREF (Groupement des Retraités Éducateurs sans Frontières – Agrupación de Educadores Jubilados sin Fronteras).