«Escuché hablar de un Lobato que, cuando se le preguntó qué buena acción había hecho ese día, confesó que no había sido capaz de hacer ninguna.
Principalmente porque pensaba que era muy pequeño.
Pues, estaba diciendo una tontería.
Nadie es demasiado pequeño para hacer una pequeña acción.
Incluso si sólo se trata de sonreír a las demás personas y con ello hacerlas más felices.»
¡Ya sabéis, recordad siempre estas palabras a nuestros Lobatos!
Foto GS Sayela