Jesús, ¿cuál es el momento que vive, actualmente, el Movimiento?
Pues sigue muy vivo.
Estamos presentes en todas las comunidades autónomas, concretamente en 47 diócesis, e integramos a unas 400 agrupaciones, repartidas a lo largo de toda España con las que agrupamos a unos 27.000 niños y jóvenes.
A la vista de estos datos, debéis ser una de las principales asociaciones juveniles del estado, no?
Sin duda, sí lo somos.
Nuestra acción tiene una gran repercusión.
Piensa que todas las semanas movilizamos a muchos jóvenes, que se reúnen para trabajar en temas comunes, de acuerdo con las líneas maestras que definen nuestro Movimiento.
Hablemos del congreso que habéis celebrado hace poco. ¿Cuál ha sido su proceso? ¿Y cuáles son sus conclusiones?
Inicialmente llevamos a cabo un precongreso, que duró un año, periodo en el que quisimos pulsar la opinión de las bases y conocer cuáles son las aspiraciones y los objetivos de las diferentes agrupaciones y, así, construir un futuro consensuado para nuestro Movimiento.
Luego, celebramos el congreso en el que debatimos los documentos que se presentaron.
Y, finalmente, en una asamblea posterior, se aprobaron.
Principalmente, queremos seguir trabajando por un escultismo católico, afianzado dentro de la Iglesia.
¿Cuáles han sido las conclusiones más importantes a las que habéis llegado?
Primeramente hemos aprobado los documentos que enmarcan las líneas que han de regir nuestro trabajo.
Hemos definido, también, los principios básicos del método educativo que queremos seguir.
Hemos hablado de financiación de nuestras agrupaciones, de simbología, que es un tema muy importante dentro del Movimiento scout…
En definitiva, es el ideario que nosotros, como nuevo equipo responsable, nos hemos comprometido a llevar a cabo con la ayuda de todos los escoltas de España.
Hablemos del que ha sido el tema principal de reflexión en la Diada del Pensament, celebrada en Menorca. ¿Cómo ha de ser la financiación del movimiento en este tiempo de crisis?
Es evidente que hemos de buscar la autofinanciación del Movimiento.
No podemos estar a expensas, únicamente, de lo que podamos conseguir con subvenciones externas.
Hemos de ser inteligentes e imaginativos y buscar otras vías de financiación.
En este sentido son muy importantes la claridad y la transparencia en una entidad como la nuestra, sin ánimo de lucro.
Trataremos de procurar nuestra financiación a través de acuerdos con empresas que puedan ayudarnos a realizar determinadas actividades.
Hemos de trabajar en proyectos claros.
Para eso está claro que hemos de seguir contando con las administraciones públicas, pero hay que mirar más allá: subvenciones a nivel europeo o aquellas otras que puedan llegar de entidades, que contemplan partidas para obras sociales.
Igual que somos creativos para llevar a cabo nuestras actividades, hemos de serlo para encontrar nuevas vías de financiación.