El pasado 1 de septiembre el Papa Francisco invitó a todos los cristianos, los miembros de otras religiones y hombres de buena voluntad a sumarse a esta petición, y anunció que ese mismo día, de 7 p.m. a 11 p.m., celebrará en la Basílica de San Pedro, una vigilia de oración para pedir la paz definitiva en el país árabe.
«¡Qué no haya más guerras!” dijo.
Porque “la paz es un don demasiado precioso que tiene que ser promovido y protegido».
Extendió el apelo a los católicos, a los cristianos de otras confesiones, a todos los hombres que creen en Dios e incluso a los no creyentes, «porque la paz supera cualquier barrera».
Y a los fieles de otras religiones les invitó a celebrar sus liturgias por esta intención.
Y recordó con conmoción, que «la guerra sólo engendra más guerra y la violencia más violencia».
El papa exhortó también a la comunidad internacional a realizar un esfuerzo para promover iniciativas claras por la paz en Siria basadas en el diálogo y la negociación.
Y pidió apoyo a los operadores humanitarios que trabajan en dicho país.
Recordó: “Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones del que no se puede huir”.
E invocó “Ayúdanos, María, a superar este difícil momento y a empeñarnos cada día, en cada ambiente, a una auténtica cultura del encuentro y de la paz”.
Vía Catholic.net