El domingo 12 de diciembre la Catedral de Santiago de Compostela acogerá el acto central de la llegada de la Luz de la Paz de Belén a España. Una ceremonia que este año recae en la ciudad gallega que celebra el 120 Año Santo Compostelano, un hecho que la convierte en capital espiritual del mundo y principal lugar de peregrinación cristiana.
Tras el obligado paréntesis provocado por la pandemia, un grupo de scouts gallegos acompañados por compañeros de Madrid, donde llegó la Luz de la Paz de Belén en 2020, se desplazarán a Viena donde escultistas católicos de todo el mundo acuden para recoger la llama de la esperanza y trasladarla a sus países de origen. Allí llega procedente de la cueva del Nacimiento de Jesús en Belén, en Cisjordania, donde cada año desde 1986 la recoge una niña o niño para trasladarla a la capital Austriaca.
Desde Viena empieza su peregrinar a manos de scouts que llevan, junto a la Luz, un mensaje de educación por la paz y generan con su misión una amplia red de cooperación. El Movimiento Scout Católico español participa, desde 1999, de esta iniciativa que este año se celebra bajo el lema “El resurgir de la Luz” tras la oscuridad y la tristeza en la que la covid-19 ha sumido al mundo.
Una vez en la Catedral de Santiago de Compostela, en un acto oficiado por Santiago Agrelo arzobispo emérito de Tánger, la Luz se repartirá entre las interdiocesanas que forman parte de Scouts MSC para que llegue al mayor número de rincones del país. Así partirá de Galicia para alumbrar parroquias, hogares, hospitales, residencias de ancianos, prisiones y asociaciones de pueblos y ciudades de todo el territorio nacional. Una labor que no sería posible sin el compromiso de los más de 25000 voluntarios que forman Scouts MSC, que se encargan de trasladarla allá donde hace más falta.