Entrevista a Maria Assumpció Vilà Planas, presidenta de la Federació Catalana de Voluntariat Social.

¿El voluntariado organizado ha sustituido a una forma de vida comunitaria?
No tiene nada que ver. Que puedas ayudar a un vecino o a un familiar es una cosa y el voluntariado organizado es otra. El voluntariado se ha tenido que organizar porque no todo el mundo puede hacer de todo. El voluntariado social es estar dentro de una organización para que esta organización se ocupe de la formación, etc.

Pero, ¿de alguna manera el voluntariado es la consecuencia del déficit de solidaridad que hay en nuestra sociedad?

Una persona es libre de poder dedicar una parte de su tiempo a una colaboración con una entidad o un colectivo que está desprotegido. El voluntario lo que hace es compartir su tiempo con otras personas y, a partir de aquí, puede hacer un gran trabajo no remunerado, no es la sustitución de nada, es un complemento.

Antiguamente, el voluntariado estaba relacionado con la labor social de la Iglesia y ahora también existe el voluntariado civil…

El voluntariado empezó en la Iglesia pero ahora hay muchas entidades laicas.

La Federación tiene 20 años de existencia, ¿podría hacer una valoración?

Cuando empezamos hace 20 años ya existían muchos colectivos trabajando por separado y se vio la necesidad de juntar todas estas voluntades y de llevarlas todas hacia un mismo puerto. La Federación surgió con dos finalidades básicas: sensibilizar a la población para que hiciera voluntariado y ayudar a las entidades que quisieran a federarse para facilitarles los medios necesarios para que pudieran salir adelante.En estos 20 años las cosas han cambiado y nos hemos ido situando en el tiempo. Hemos crecido, empezamos con 45 entidades y en este momento somos 300. Los servicios que ofrecemos en estos momentos no tienen nada que ver. Ahora damos un servicio de formación, de seguro del voluntariado, de agrupar las entidades en un mismo sector y se trabajan diferentes campos.

¿Qué es el voluntariado de empresa?

Que el personal de las empresas se comprometa en poder hacer voluntariado, también vamos a las empresas para pedir material.

¿Cuáles son, desde su opinión personal, las razones principales que le hace a una persona hacerse voluntaria?

Las motivaciones pueden ser muy diversas. Los motivos religiosos, la responsabilidad de pensar que si has recibido mucho de la vida, puedes compartirlo con los demás y en este proceso sales beneficiado de manera personal. Otra motivación es el agradecimiento que recibes sin que necesariamente la persona a la que ayudas te lo diga. Pienso que en la vida no estamos sueltos como setas y el poder compartir es muy bonito.

¿Hasta que punto el voluntariado es una fuerza social transformadora?¿Realmente cambia la realidad?
Si, si, la Federación somos una red transformadora porque de alguna manera ayuda a hacer un mundo mejor. Nuestros objetivos parecen una utopía pero si miramos sólo 20 años atrás vemos que se ha avanzado muchísimo en el reconocimiento. Esto le da un plus de calidad a todas las acciones que se puedan hacer. Hoy en día las entidades cuentan con el complemento de profesionales-técnicos y voluntarios que tiran adelante muchos proyectos con resultados reales.

¿Cómo ha afectado la crisis económica al voluntariado?
Por desgracia han acudido más personas a nosotros porque en este momento están más libres, porque no tienen trabajo. Por otra parte, la crisis está afectando muchísimo al aumento de la pobreza, todas las entidades están afectadas por la pobreza y reciben más peticiones. La disminución de ingresos por parte de las administraciones también afectará porque no sabemos como irán las subvenciones este año.

¿Conoce usted el movimiento scout?
Los scouts hacen muchas labores sociales, las entidades de educación no formal atienden a colectivos desfavorecidos o con peligro de exclusión social.