Los nudos bien hechos dan seguridad y se desenredan con facilidad.

El problema es que, a veces, tenemos cierta tendencia a inventarnos cómo hacer un nudo si desconocemos la forma de hacerlo correctamente.

Resultado: un nudo mal hecho + poco fiable + infinitas horas para deshacerlo.

Y no, no nos gusta este resultado.

Pero es que, además, no sólo tenemos que tener en cuenta nuestra habilidad (o incompetencia) en el arte de las lazadas.

El tipo de cuerda y su mantenimiento son igual de importantes.

La cuerda tiene que estar libre de polvo y grasa y, si está húmeda, no la tenemos que guardar o enrollar hasta que esté completamente seca.

Además, siempre nos cuidaremos de guardarla en un lugar seco y enrollada de forma que no se enrede fácilmente.

 

Y con estas ideas claras, ya podemos empezar a hacer nudos para unir cuerdas, hacer vendajes, transportar objetos y para otros usos que se os ocurran.

A continuación os mostramos algunos tipos de nudos que podéis aprender a hacer.

Si hacéis clic en la imagen la veréis con más resolución.

Vía Fichas técnicas para campamentos y foto Grupo Scout Sayela