Nuestras últimas horas en Lisboa antes de ir al Jamboree

Nuestro día comenzó a las 0:00, y ya llevábamos despiertos desde antes, pues íbamos con intención de dormir en el aeropuerto, al que llegamos a las 0:30.

Pero nuestro avión salía desde la terminal 2, a la que teníamos que llegar mediante un autobús que empezaba el recorrido a las 4:00 de la mañana.

Por lo tanto, quedamos en la parada hasta esa hora jugando a las cartas y durmiendo un poco ya que los 30 grados que hacía nos lo permitían sin necesidad de sacos ni nada.

Sobre la 1:00 o las 2:00 nos encontramos con el grupo San Pablo de Salamanca, al que conocimos en Valladolid, hace un tiempo. A las 4:00 montamos en el autobús y marchamos hacia la terminal 2, mientras San Pablo se quedaba, ya que embarcaba sobre las 17:00 y nosotros a las 6:45.

En la terminal 2 comimos algo mientras veíamos como iban llegando scouts portugueses vestidos de una variedad inmensa de uniformes.

Nos sorprendió sobre todo la edad de la gente en cada rama, pues había algún explorador (Ranger) que en España sería cas ruta.

Facturamos, pasamos el control, esperamos, cogimos un autobús que nos llevó al avión y embarcamos.

Nos sentamos bastante desperdigados por el avión. A todos se nos hizo cortísimo el viaje, ya que nos dormimos todos.

Más de uno se perdió hasta el despegue y despertó porque hubo que bajarse.

Normal, llevábamos 2 días sin dormir en serio y durmiéndonos por todo los lados en cuanto se nos presenta la oportunidad (en el banco Santander Totta, parques, bares…)

Cogimos las maletas y un par de furgonetas nos llevaron hasta el inmenso campamento donde ya había muchos grupos construyendo, ya que era la actividad de la mañana.

Nosotros fuimos a nuestro terreno, en el subcampo Pacífico, montamos las tiendas y para cuando terminamos ya era la hora de comer y los portugueses ya habían terminado sus impresionantes construcciones.

Nos dejaron impresionados y un poco humillados también, ya que en toda la tarde sólo construimos un tendedero trocho y dos palos que hacen de entrada, mientras ellos tienen casetas, comedores, construcciones de 2 pisos con carteles, banderas… pero también hay que decir que al ser de Madeira tenían acceso a todos los materiales que quisieran, mientras a nosotros sólo nos daban 11 palos.

A las 18:00 había ducha, así que dimos el largo paseo hacia el baño. Es cansadísimo, porque es una distancia muy grande desde nuestro sub-campo (quizás 50 ó 100 metros de desnivel).

Después recogimos y nos sentamos en el bar del subcampamento a tomar algo mientras esperábamos la cena (alguno ya se durmió). Justo entonces llegaron los gallegos de Alhoia que son muy majos y nos hicimos amigos enseguida.

En cajas cogimos las bandejas con la cena y subimos a cenar al terreno de BerriBide con ellos, ya que los salmantinos acababan de llegar y estaban montando la tienda.

Cenamos sopa, espaguetis, carne y manzana, y nos preparamos para el juego de la noche con todo nuestro sub-campo (menos Salamanca, que estaba terminando de montar y cenar, y Alhoia está en otro subcampo.)

Estábamos tan cansados todos que a duras penas podíamos r por el monte, siguiendo a los portugueses que estaban súper montados con el juego que consistía en buscar personas que nos hacían preguntas y nos daban objetos a cambio de una respuesta correcta.

Cuando todos nos paramos a escuchar el final del juego, nos fuimos a causa del cansancio y de que no entendíamos nada de portugués.

Llegamos a la tienda y todos nos dormimos enseguida.

Puedes seguir leyendo sus aventuras en https://scouts.es/blogs/madeira2010/