Cuando Iqbal, un niño de Pakistán, tenía 4 años, lo forzaron a trabajar en una fábrica de alfombras de su país.
Trabajaba 12 horas diarias, los 7 días de la semana, en unas condiciones más que malas…
Finalmente, recién cumplidos los 10 años, escapó de la fábrica.
Pero desgraciadamente, tres años más tarde, lo asesinaron.
No obstante, fue, es y será un símbolo de la lucha en contra del trabajo infantil, la esclavitud y a favor de la libertad.
Cuando escapó de la fábrica, se movilizó para dar a conocer las pésimas condiciones en las que trabajan millones de niños y niñas en algunos países y se convirtió en un ejemplo.
Viajó por países como Estados Unidos o Suecia y apareció en varios programas de televisión ofreciendo sus discursos a favor de los derechos humanos.
Gracias a todo esto, cuando Iqbal murió, ya se habían salvado de la esclavitud infantil alrededor de 3.000 niños y niñas.
Actualmente se estima que hay más de 200 millones de niños y niñas esclavizados en fábricas textiles, de electrodomésticos…
Hay muchas acciones que podemos realizar para acabar con la esclavitud laboral, y ya no sólo la infantil, pues también hay millones de adultos que la sufren.
El Grupo Scout Iqbal ha decidido poner este nombre a su grupo para dar a conocer esta historia y sensibilizar a la sociedad sobre un problema que actualmente está pasando.
Otros preferirán mirar la etiqueta de los productos que compran y evitarán adquirir aquellos que se han fabricado en dudosas condiciones.
Habrá quienes utilizarán las redes sociales para difundir esta noticia y otras para que el mensaje llegue a cuantos más mejor.
O algunos organizaréis actividades con los scouts para conocer más estas historias.
Siempre construyendo un mundo mejor.