Podemos distinguir diferentes tipos de mochilas:
- Gran carga: de 70 a 85 litros.
- Excursión con pernocta – Campamento: 45 a 70 litros.
- Ataque: 30 a 45 litros.
- Escalada: pequeñas y técnicas.
- Lady: adaptadas a la morfología femenina.
- Estancas: sumergibles, para barranquismo y otros deportes con alto contacto con el agua.
Partes de una mochila:
- Ajuste de altura de la tapa (para ajustar condiciones de carga).
- Asa de izado (para manejarla cuando no esté sobre la espalda).
- Tirantes superiores de los hombros o estabilizadores (adaptan la forma de la mochila en función de la carga).
- Hombreras anatómicas (se adaptan a la forma de la espalda hombro y tórax, reduciendo el peso sobre el cuello; deben ser anchas y acolchadas).
- Espalda acolchada (para desplazar mucho peso o con aristas)
- Ajuste pectoral (mejora la estabilidad).
- Tensores de hombreras (ajustan las hombreras para distintas capacidades torácicas).
- Cinturón acolchado y anatómico (reduce la presión sobre las caderas).
- Ajuste de cintura (evitará que la mochila salte al andar).
- Ceñidores de balanceo del cinturón (reducen el balanceo lateral).
- Acolchado lumbar (mejora la comodidad).
- Cuelgadedos (llevando las manos a la altura del corazón evitaremos que estas se hinchen).
- Ajuste de altura (adapta la mochila a diferentes alturas).
- Cintas de compresión y porta-esquís (permiten ajustar el interior de la mochila para evitar que la carga se desplace).
- Cruceta anatómica (permite derivar el peso hacia el centro de la espalda en vez de hacia el cuello).
- Bolsillo de la tapa (útil para guardar pequeños utensilios de uso frecuente).
- Portamaterial (permite fijar a la mochila materiales adicionales, como una esterilla).
Cómo ajustar la mochila al cuerpo:
- Cargada la mochila a la espalda, la cruceta debe quedar situada entre los omoplatos (Fig. 1).
- Cerraremos el cinturón (Fig. 2), quedando este en la parte superior de la pelvis y con el máximo contacto en todo su recorrido.
- Tensaremos los ajustes del cinturón para que no se produzcan balanceos en la parte baja de la mochila (Fig. 3).
- Tensaremos las hombreras de modo que notemos el contacto con el pecho, hombros e incluso el inicio de la espalda (Fig. 4).
- Tensaremos los tirantes superiores de las hombreras para anular el balanceo de la parte superior (Fig. 5).
- La cinta de pecho resulta muy útil para una buena inmovilización de la carga.
Distribución del peso:
La forma en que distribuyamos los pesos dentro de la mochila será determinante para la sensación de confort en función de la carga y tipo de recorrido que vayamos a realizar.
En caminatas suaves, el objetivo será el de tener el centro de gravedad lo más próximo a los hombros posible. Por el contrario, para rutas en las que se realicen muchos kilómetros y se soporte mucho peso, será más interesante situar los elementos de mayor peso en la parte inferior de la mochila.
En la imagen podemos ver donde debemos ubicar el centro de gravedad.
Consejos
- Las mochilas tradicionales no son estancas, por lo que el uso de bolsas interiores estancas o fundas impermeables asegurará mantener su contenido seco.
- La distribución del contenido de la mochila en bolsas de colores mejora la localización y distribución de la carga.
- Los refuerzos metálicos de algunas mochilas pueden ser empleados en caso de emergencia para realizar inmovilizaciones.
Imagen de garryknight
Agradecemos la colaboración en este artículo de Juancho González Font.