Según un estudio publicado, si siendo niño has tenido la oportunidad de descubrir y vivir los valores scouts, de adulto serás más feliz.

Para realizar este estudio, el equipo de científicos estudiaron unas 10.000 personas del movimiento.

¿La conclusión? Estas personas tenían un 18% menos de riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y del humor: los scouts somos más felices.

Pero, ¿cómo se puede explicar eso? ¿qué tipo de argumentos científicos pueden justificar la felicidad de las personas?

Ir de campamentos, salir al aire libre… algo habitual en nuestros grupos scouts y algo que no sólo nos está aportando un beneficio momentáneo, sino que también está cosechando los frutos de la felicidad del futuro.

Los investigadores creen que las actividades que se realizan al aire libre, el vivir en la naturaleza y desarrollar actividades en grupo y de exploración del mundo son buenos hábitos que ayudan a uno a protegerse en contra de los problemas mentales.

Hacer amigos y aprender habilidades ayuda a desarrollar aspectos tan importantes como la confianza, personalidad y motivación, hecho que ayuda a organizar mejor la propia vida y afrontar las situaciones de estrés de adultos.

¿Cómo se realizó el estudio?

Se seleccionaron a 10.000 personas nacidas en el año 1958 y que se unieron al movimiento scout en la década de los 70.

El jefe de la investigación, Chris Dibben, afirma que “es muy sorprendente el beneficio que encontramos en personas que han sido scouts activos tantos años después. Dados los altos costes que ocasiona la salud mental a la persona y a la sociedad, es imprescindible apostar en programas para niños y jóvenes”.

Durante el estudio, se planteaban preguntas sobre sensaciones, sentimientos, emociones… como por ejemplo “¿con qué frecuencia te sientes en calma y alegre o nervioso, descorazonado y triste?”.

El estudio ha permitido sacar conclusiones como que el ejercicio, la nutrición y dieta, el contacto con la naturaleza y el aire libre, las relaciones sociales positivas, los métodos de relajación… están claramente relacionados con una mejor salud mental.

 

Podéis leer el artículo completo en este enlace.

El escultismo no sólo es aprender y pasarlo bien, algo evidente y que tenemos más que claro; también es un estilo de vida, lecciones constantes, crecimiento y maduración a cualquier edad, desarrollo personal…

En realidad, seguro que no nos sorprende nada de lo que dice este estudio, pues todos sabemos cómo atacar las dificultades, lo hemos aprendido siendo castores o lobatos o exploradores o quizás ya de adultos, como responsables: una sonrisa y “palante”, mirando la parte positiva, que siempre existe.

Cuántas veces nos habrá pasado que nos hemos levantado con el pie izquierdo y, de repente, vamos a los locales de nuestro grupo y, sin saber cómo, el día da un giro de 180º…