Hacemos una lista con los tipos de terreno más peligrosos:

Atajos en la subida.

No siempre permiten ganar tiempo, ya que ascender en línea recta sin seguir un camino más suave nos supondrá un esfuerzo adicional que nos hará perder el ritmo.

Laderas cubiertas de hierba

Son terrenos muy resbaladizos, por lo que habrá que tener un cuidado especial.

Pendientes con cantos rodados

No sólo hay que tener cuidado de no provocar caídas de piedras al viajar en grupo sino en toda situación, ya que nunca sabemos quién puede estar más abajo.

Hay que ascender en zigzag sin que nadie del grupo se encuentre por debajo de nosotros, de forma que evitemos accidentes por caídas de piedras.

Si un miembro del grupo sufre vértigo o se bloquea podemos colocarnos a su lado, en el lado de la caída, permitiéndole apoyarse en nosotros, siempre y cuando nos veamos capacitados para ello.

En el descenso deberemos apoyarnos con el talón y bajar atajando la pendiente.

Deberemos echar el cuerpo para atrás para que en caso de caída la caída no sea para el lado de la pendiente.

Cruzar un río.

Por supuesto, hay que tener cuidado con las piedras húmedas o que tengan verdín.

Se trata de buscar piedras que parezcan firmes y comprobar suavemente con el pie que lo estén antes de apoyar todo el peso del cuerpo.

A primera hora, además, las piedras pueden tener una fina capa de hielo.

Neveros

Hay que procurar seguir el camino marcado.

Además de las marcas de colores, el camino suele indicarse mediante montículos de rocas llamados hitos.

Al marchar en grupo debe hacerse en fila de a uno y el primero irá comprobando con un bastón que la superficie esté firme y no sea un hueco tapado por la nieve.

Para descender se puede hacer uso de un bastón que nos ayude a pararnos.

Si el nevero es considerable, es muy recomendable hacer uso de un piolet e ir atados.

El piolet nos permitirá parar en caso de que nosotros o algún otro miembro nos caigamos.

Para ello, deberemos echarnos al suelo de cara al nevero y clavar el piolet a la altura del pecho, lo que facilitará hacer fuerza para que nos detengamos.

Pequeñas trepadas

En caso de necesitar hacer pequeñas trepadas haciendo uso de las manos, deberemos maximizar el equilibrio de la siguiente forma:

  • Mantener siempre tres puntos de apoyo.
  • Mantener el centro de gravedad bajo.
  • Desplazar correctamente el centro de gravedad para movernos.
  • Mantener las manos a la altura de la cara.
  • No ascender haciendo fuerza con los brazos sino con las piernas, que son más fuertes.
  • Tantear donde colocaremos la manos y pies antes de descargar nuestro peso en ellas.
  • No mantener las dos manos o los dos pies en el mismo agarre por si se rompe.
  • Con botas de monte se emplea la punta y con calzado blando se emplea el canto interno del pie.

Caos de bloques

Son montañas de piedra que han quedado a distintas alturas por un desprendimiento.

No deberemos correr ni saltar de piedra en piedra (ésta podría moverse), al tiempo que vamos fijándonos en las rocas que parezcan más seguras.

Aristas

Si debemos cruzar una arista, como el Paso del Diablo del Anboto en el Parque Natural de Urkiola o el Paso de Mahoma en el Aneto, deberemos hacerlo cordados y con extremo cuidado.

El protocolo en caso de accidente consiste en echarnos por la pendiente opuesta a donde se ha producido la caída, ya que será la única forma de contrarrestar el peso de la caída.

Foto vía Montaña segura