Michael pasó dos años de su vida recolectando materiales desechados y naturales para construir una vivienda en el lado campestre de Oxfordshire, para la cual utilizó la antigua técnica “cob” (tierra, arcilla, arena, paja y agua).
La casa fue terminada en ocho meses sin utilizar herramientas eléctricas y siguiendo únicamente las instrucciones de un libro.
El lugar cuenta con una cocina, comedor y una cama, y aunque no cuenta con electricidad, tiene una estufa de leña que proporciona calor suficiente.
Para abastecerse de agua, Michael instaló una tubería que la trae desde un manantial natural cercano.
Para el techo armó una estructura de madera, la rellenó con lana de oveja de un granjero vecino y luego la cubrió con paja.
Buck dice que este techo combinado con las paredes cob, crean un ambiente totalmente aislante del frío.
Para la cubierta del piso rescató las tablas viejas del suelo de un vecino y utilizó el parabrisas de un viejo camión para crear varias de las ventanas.
No fue la falta de recursos económicos los que empujaron a Buck a construir su vivienda con tan poco dinero.
En realidad lo que pretendía era demostrar que no se requieren de bancos o hipotecas para levantar la casa propia.
Vía La Bioguía