Los días 25 y 26 de enero de 2014 tuvo lugar una acampada de la Unidad Pionero en la que todos lo pasamos en grande.
Los pioneros salimos a pie desde la parroquia de San Juan de Ávila y llegamos a la casa de campo en la que tendría lugar nuestra acampada alrededor de las 12.
Empezamos a prepararnos para disfrutar de nuestra encantadora acampada.
Soltamos las mochilas, nos recibieron amablemente y empezamos a trabajar.
Montamos las tiendas separados en dos grupos, trabajando en equipo.
Preparamos los alimentos que habíamos llevado para el almuerzo, preparamos el lugar en el que comeríamos y preparamos la barbacoa.
Tras disfrutar de una deliciosa comida, lavar los platos y descansar un poco, dimos lugar a la siguiente actividad.
La actividad trataba de, sentados todos en círculo, fuéramos pasándonos uno a uno un ovillo, pidiendo así por la persona a la que se lo pasáramos, o bien dándole las gracias y felicitándole por algo.
Tras realizar la actividad varias veces, empezamos a preparar la merienda.
Cada pionero ofrece la merienda que había traído y las ponemos todas encima de una mesa, compartiendo la merienda.
Había de todo: galletas, zumos, batidos…
Y por fin llega la tarde.
Todos sabíamos lo que nos esperaba: presentar nuestras creativas empresas, en la que se basaría lo que queda de trimestre.
Todas eran magníficas ideas: hacer una ruta por las playas, un raid en el bosque y crear nuestra propia película.
Esta última salió vencedora, aunque todas las ideas nos gustaban.
Después, tras un poco de tiempo libre, empezamos a preparar la cena.
Nada sabe tan bueno como una sopa caliente cuando hace frío, junto a todos tus amigos, a la luz de las estrellas, además de deliciosa carne que no se usó en el almuerzo.
Tras la cena, vimos algunos vídeos, tanto divertidos como educativos, y debatimos sobre ellos.
Nuestros responsables nos hicieron ver la realidad de algunas cosas que no vemos, detalles sobre el mundo en el que vivimos.
Además, hicimos un juego en el que los chicos teníamos que describir a nuestra chica perfecta y las chicas a su chico perfecto.
Fue muy divertido.
¡Hora de dormir!
Todos cansados, nos dividimos y vamos a nuestras respectivas tiendas, donde tuvimos risas y dulces sueños.
Al despertar, desayunamos, lavamos los platos, lo preparamos todo para marchar pero, en el último momento, pasa algo inesperado.
Cristina, una chica nueva que entró a los scouts con muchas ganas e ilusión, recibió una pañoleta, entregada por los responsables.
Todos aplaudimos, reímos y la felicitamos.
Una pañoleta es el símbolo más importante de los scouts.
Es la hora de marchar, nos despedimos de la casa buenamente prestada por un familiar de uno de nuestros miembros y caminamos hacia la parroquia.
Todos nos quedamos con un buen sabor de boca con ese campamento.
En mi opinión, una acampada es algo maravilloso que no mucha gente tiene la suerte de vivir.
Ya sean 2 días o 15.
Ya sea verano, invierno, primavera u otoño.
Es una experiencia increíble que merece la pena vivir.
Yo, por suerte, soy scout.
Un saludo,
I Unidad Pionero