Cada año por estas fechas, el Grupo Scout Ronsel de Sada celebra dos fiestas tradicionales gallegas: el Magosto y el Samaín.
Este año no pudo ser menos, pero para relatar cómo resultó esta fiesta, contamos con una reportera muy especial: la secretaria de la patrulla de las Águilas, Pauli!
Estas son sus palabras:
“Hoy celebramos el Samaín y el Magosto en los scouts…
Quedamos a las 10 en la base para preparar todo e irnos de marcha.
Y hoy hubo regalitos a dos responsables, Carla (lobeca) le dio un guoguo a Bagheera y yo le di a Baloo una Coca-Cola que ponía su nombre…
Son detalles que aunque no sean lo más grande del mundo hacen ilusión, sobre todo si ves que la persona que te lo da lo hace con cariño y sin obligación ninguna.
Después de preparar las cosas nos dirigimos hacia el área recreativa de Mondego para coger palos, castañas y hojas secas para las actividades, donde también jugamos a un juego muy divertido…
A continuación llegamos a la base de nuevo, abrimos las calabazas, las vaciamos y las decoramos, ¡quedaron super chulas!
Pero hubo algún que otro problemilla técnico: a una de las calabazas de los rangers se le quemó el pelo, hecho con lana, con la vela de dentro.
Gajes del oficio…
Luego comimos y alguna que otra persona se tuvo que ir, ¡qué pena!
Luego hubo tiempo libre en el que jugamos a faros y barcos, pintamos, jugamos al pañuelo, hablamos de nuestras cosas…
Después hicimos tres talleres: uno de bombones de chocolate y castañas de la mano de Bagheera, otro de hacer un mural de magosto coloreando y pegando hojas de todo tipo y otro de hacer cuadros de cartón decorados con castañas y hojas.
Al final, después de recoger y preparar todo, llegaron los padres para merendar, pasamos un rato super agradable…
Pero claro, como estar sentados hablando entre nosotros no valía, tuvimos que elegir un juego, hacer que los padres salieran para fuera y explicárselo…
Y cómo les costó entenderlo, entre que no nos explicamos muy allá y que hablábamos 7 a la vez aquello no iba, así que acabó explicándolo Bagheera.
Pero ahí no acaba la cosa, no…
Al final cantamos y bailamos con nuestro propio son y “a capella”, porque nosotros vergüenza no tenemos mucha, más bien nada…
Y cada día me alegro más de ser scout, es una oportunidad de aprender cosas nuevas cada día y de crecer muchísimo como persona, ojalá hubiera descubierto esto antes…
Es muy placentera la sensación de ayudar sin necesitar nada a cambio, y el día de hoy dio para hacer muchas reflexiones… Estas son algunas:
Es increíble lo bien que se siente uno cuando cree en lo que está haciendo y lo disfruta al 100%.
Y ojalá todos esos momentos queden grabados y nunca se borren para poder recordar el pasado con felicidad.
Me gusta estar y ser feliz, hace que la vida sea más divertida, sobre todo si te enfrentas a ella con una sonrisa, que es algo que debéis hacer los adultos, porque parece que al cumplir 18 las cosas se empiezan a complicar y ya no se puede ser feliz como los niños.
Y es que, queridos adultos, ser feliz es bastante fácil: disfrutar en cada momento con lo que se hace y dar las gracias por todo.
Además, a veces la felicidad no hace falta buscarla, llega sola…