Ahora que comienza el curso nos acordamos de aquellos ratos en el campamento de verano en los que jugábamos, gastábamos bromas y las típicas canciones y frases que repetíamos sin parar.

Si hay que seleccionar un momento en concreto sería difícil, no solo porque el campamento fue increíble a pesar de estar solo 4 castorcillos sino porque no contenta con uno me fui a 2.

El primero el de mi grupo, Zálata fest 2011 en la zona de acampada libre “las acebeas” en el cual recordamos los grandes éxitos de los festivales de los últimos 16 años (o también llamados campamentos).

Porque reconozcámoslo hay canciones que aunque no queramos nos las sabemos enteras como: asereje, la bomba, mayonesa… otras o nos las inventamos o sólo nos sabemos los estribillos.

A pesar del frío que pasamos, sí, en pleno verano en Cazorla íbamos con sudaderas por las mañanas, nos los pasamos en grande y descubrimos cosas como que a los castores les puede llegar a gustar más jugar con una torre de madera que jugar a la cebolla o hacer manualidades.

Que a los lobatos les encanta inventar historias donde se mate a gente, que los rangers prefieren limpiar las bandejas de sus responsables a montar por 4 ver un mochilero y tener las cosas tiradas. Y que a los pioneros les encanta la fiesta, y que a pesar de llegar de una marcha de 3 días son capaces de darlo todo bailando Danza Kuduro o Bad Romance.

Y llegó el día de recoger y de las ceremonias, en las que reconozcámoslo a todos se nos saltan las lagrimas. Y como todo acaba llega el autobús y llega la hora de despedirme de mis niños porque este año estoy fuera y nos los veo hasta navidades.

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