Decenas de Scouts prepararon y acompañaron a la Luz de la Paz de Belén y la entregaron a todos los que ayer se reunieron a dar la bienvenida a los emblemas de la Jornada Mundial de la Juventud, para así seguir extendiendo el mensaje de Paz, Amor y Esperanza que lanza esta iniciativa scout.

En un espectacular y emotivo acto presidido por el arzobispo de Zaragoza, don Manuel Ureña, cientos de zaragozanos salieron ayer, a pesar del frío y el cierzo, a esperar la llegada de la Cruz y del Icono de las JMJ que llegaban iluminados por la Luz de la Paz de Belén navegando por el Ebro en embarcaciones del Rº de Pontoneros y acompañados de una scout, un seminarista.

Cruz, Icono y Luz fueron recibidas por el alcalde de la ciudad, don Alberto Belloch, el arzobispo, el delegado de Pastoral Juvenil y una representante de Scouts Católicos d´Aragón- msc. Jóvenes, seminaristas, voluntarios y todos los presentes sintieron la Luz, sintieron la Cruz, sintieron a María.

Varios meses antes cuando los scouts que forman parte de la Delegación de Pastoral Juvenil escucharon la fechas en las que la Cruz y el Icono estarían en Zaragoza en su peregrinación previa a la JMJ, lo vieron claro: era la Luz de la Paz de Belén la que debía acompañarles en su peregrinar por la Diócesis de Zaragoza.

Así fue como se presento la propuesta que fue muy bien recibida por el resto de Pastoral Juvenil, ya que desde hace años siempre apoya esta iniciativa scout.

Volvamos al 16 de diciembre, ese día hubo muchos nervios, voluntarios de las JMJ entre los que se encuentran jóvenes de los grupos scout ultimaban los preparativos antes de que la Luz con la Cruz y el Icono zarparan del embarcadero de la Expo.

En el embarcadero del Club Náutico jóvenes voluntarios esperaban para coger la cruz y bajarla mientras Javi Sánchez cantaba “al amor más sincero”.

El alcalde y el arzobispo dieron la bienvenida oficial a la Cruz y al Icono.

“Que el amor y la luz de la paz de Jesús, manifestado en Belén y en Jerusalén, amor que se extiende desde la cuna a la cruz y hasta los confines de la tierra, llenen nuestras vidas y cambien nuestro mundo” con estas palabras el arzobispo, don Manuel Ureña, tomó la luz, antes de repartirla y comenzar la procesión hasta el Belén de la Plaza del Pilar.

Al pie del pesebre se realizó una meditación sobre la figura de Jesús y se escucharon las voces de los infanticos del Pilar. Flores y antorchas esperan entonces a la Cruz y el Icono a la entrada de la Basílica del Pilar.

Es allí donde el Icono de la Virgen que acompaña a la cruz toma un mayor protagonismo, ella que estuvo al pie de la cruz de Jesucristo.

La ceremonia continua con la veneración de la Cruz, y al acabar se emplazó a los presentes a los distintos actos que tendrán lugar en la diócesis hasta el próximo 23 de diciembre.

“Ha sido muy emocionante el momento en que ha sido portada por los primeros jóvenes que esperaban en el embarcadero; había momentos en que parecía que iba a caerse, pero entonces, una mano surgía oportunamente en el lugar justo para seguir adelante”, comentaba horas después en un blog de Pastoral Juvenil, Pilar Durán, Presidenta Diocesana de Acción Católica General.

Gracias a todos los voluntarios de las JMJ y gracias a la colaboración de lobatos, tropero, pioneros, compañeros, padres y educadores de los grupos scouts de la Diócesis de Zaragoza, Scouts Católicos d´Aragón-msc ha conseguido llevar aun a más personas que en años anteriores la Luz de la Paz de Belén y todo lo que ella significa.

Vía Scouts Católicos d´Aragón-msc