La Luz de la Paz llega a España

Pues sí: ¡Sobrevivimos!

De madrugada vimos amanecer alrededor del paso de la frontera entre Francia y España, y parecía como que el Sol nos daba la bienvenida de vuelta. Seguía haciendo frío, pero… ¡Ya no era lo mismo! ¡Estábamos en casa!

Llegamos a Barcelona a mitad de mañana: ¡18 horas después de salir de Viena! Esperábamos 16, pero las paradas técnicas y las limitaciones de velocidad hicieron que se alargara. Los turnos en la conducción funcionaron perfectamente y no ocurrió ningún percance inesperado.

… Y por supuesto, para quien se lo esté preguntando: ¡La Luz sigue con nosotros!

Puesto que el acto será a las 18:30 de la tarde, nos hemos alojado en un albergue hasta entonces. Nos costó un montón conseguir aparcar cerca, asi que cortamos por lo sano y nos fuimos hasta la Estación de Sants con nuestra furgoneta, para luego subir caminando (siempre con el candil de la Luz) hasta el albergue. Agotados.

Al entrar en el albergue recibimos la inesperada bienvenida de la delegación cántabra, que casualmente también se hospedaba allí. “¡La Luz!”, jeje ¡Qué alegría escuchar que alguien nos reconocía, después de tantas horas de aislamiento en la furgoneta!

Seguíamos con mucha hambre, pues en un día apenas habiamos comido algunos bocadillos en el viaje (que no es comer), pero el sueño era mayor. Así que nos quedamos durmiendo todo lo que pudimos.

Y ahora acabamos de despertarnos y estamos a la espera de que nos recojan para ir hacia la parroquia de San Agustín, donde tendrá lugar la ceremonia de acogida de la Luz para toda España.

¡Nos vemos en un rato!