Recogemos la Luz en Viena

¡Qué tal!

El día ha sido corto, muy corto. Pero creemos que la noche va a ser laaarga.

Esta mañana al levantarnos nos hemos encontrado con que el tiempo ha mejorado. Menos mal, porque en la tarde de ayer estuvo lloviznando, y amenazaba con nevar. Pero no: hoy el día ha sido sereno.

Por la mañana aprovechamos a dar aún una pequeña vuelta por la ciudad, antes de acercarnos a la parroquia serbo-ortodoxa donde ha tenido lugar la ceremonia a la 14:00.

El ambiente prenavideño por las calles de una gran ciudad imperial como es Viena es excepcional: los puestos de comida caliente (glühwein, salchichas, chocolates) dan un aroma que te hace la boca agua, las calesas de caballos, la multitud de excursiones escolares (¡los niños reconocen rápidamente a los scouts!)…

Tras algun susto con móviles desaparecidos y reencontrados (el civismo de los austriacos…) y más hambre que otra cosa, finalmente llegamos a las puertas de la parroquia.

Ya estaban esperando a la entrada las distintas delegaciones nacionales: cuando uno empieza a sumergirse entre tantos scouts de otros países se da cuenta de la variedad que existe en el movimiento scout… ¡Y sólo dentro de Europa!

La ceremonia dentro de la parroquia ha sido muy multitudinaria, y aún así mucha gente quedó fuera.

Los que conseguimos entrar pudimos presenciar una preciosa oración ecuménica entre católicos, protestantes y ortodox¡Incluso para algunos fue la primera vez que veíamos a una mujer sacerdote!
La parte de la delegación española que tenía que intervenir en el acto (la abanderada, el portador de la luz y el lector) nos separamos del resto para realizar la ceremonia. Cada delegación nacional leía su pequeño mensaje de Paz al recibir la Luz, principalmente en alemán o en inglés,y así hemos hecho nosotros también, pero sólo en español.
Creemos que ha quedado muy bien: ¡Pablo es un maestro de los discursos!

Como la mayoría de la gente que acudió al acto era centro y norte-europea, muchos querían salir en las fotos con nosotros: ¡una delegación mediterránea! NO hubo portugueses ni griegos, y los italianos también eran muy pocos. Supongo que tenemos un cierto toque exótico para ellos.
¡También pudimos hablar con uno de los creadores de la iniciativa de la Luz de la Paz de Belén! Este hombre nos preguntó por nuestra estancia en casa de Charlotte Rojnik, pues eran buenos amigos, y nos explicó cómo hace 20 años comenzaron con toda esta movida. ¡Todo un honor!

Tras intercambiar alguna pañoleta y hacernos alguna foto, no tuvimos más remedio que volar hacia la furgoneta: ¡teníamos por delante alrededor de 16 horas de camino ininterrumpido! ¿Sobreviviremos?

Nos espera una larga noche de conducción, pero mañana por la mañana esperamos estar ya en Barcelona.
¡Buenas noches!