Ya estamos en casa
Publicado el: Diciembre 30th, 2009 | Por: scouts msc | Tema: General | Sin comentarios »Acabó el sueño. Pero no me refiero a las ganas de dormir (que de esas tenemos a montones), sino al tiempo irreal que hemos vivido tan maravilloso.
Hemos estado en la ceremonia de acogida de la Luz de la Paz de Belén en Barcelona y ¡Nos ha encantado ver a tantos niños!
El enfoque tan humano que se le ha dado complementa estupendamente el sentido espiritual de la Luz: la fe en Jesús apoyada en la Paz, la solidaridad, el sentido ecológico, la fraternidad mundial… Rompiendo fronteras.
Y en el momento de entrar con la Luz, con toda la iglesia a oscuras… Fue sencillamente genial. Somos de una federación humilde (Castilla – La Mancha, no Castilla – León! (Con todo nuestro cariño a los castellanoleoneses, por supuesto), y estas cosas nos ilusionan un montón.
Pablo volvió a hacer uso de su habilidad con los discursos, y parece que hasta al cardenal le gustó; mientras, acercamos la Luz a la vela junto al pesebre, aunque costó que no se apagara en el traslado desde el candil.
Finalmente lo conseguimos y quedó hecho: Misión cumplida. Por nuestro honor y con la ayuda de Dios, logramos terminar bien lo que nos comprometimos a hacer. ¡Qué alivio!
Ya sólo nos quedaba la vuelta a casa… Qué dolor. Salimos de Barcelona hacia las 22:00, después de sentarnos a cenar relajadamente y sin prisas, por primera vez en dos días.
El viaje fue tranquilo, pero a medida que nos acercábamos al centro, a nuestra querida tierra, las noticias de los avisos de nieve iban asustándonos cada vez más.
¿Sería posible, que habiamos cruzado los alpes suizos y los italianos, e ibamos a acabar teniendo problemas con la nieve en Castilla – La Mancha? Qué ironía…
Pues así fue. Los dos alcarreños de la expedición llegaron a Guadalajara los primeros, en torno a las 4 de la madrugada.
Pero nuestras dos chicas, la inestimable representación femenina, llegaron a Ciudad Real a las 8 de la mañana, y el valiente albaceteño, tras ser recogido por nuestro presidente en Alcazar de San Juan, llegó a su ciudad hacia las 13:00 …
¡Porque “había muchísima nieve”!
Con esto concluye nuestra pequeña gran aventura. Sólo sabemos que, aún con todo el cansancio y una cierta dosis de frío y hambre, volveríamos a repetir. Todos.
Sin darnos cuenta hemos aprendido mucho en este viaje: del mundo y de nosotros mismos. Y es que ha sido un viaje de fe.
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