1. Por tu vocación

Hacer de nuestro trabajo o voluntariado una forma de vida.

2. Por tu dedicación

Muchas son las horas que pasamos en nuestras casas y en nuestros centros intentando ser mejores, reinvéntandonos y formándonos constantemente.

3. Por tu proximidad

Debemos ser personas cercanas y accesibles y hacer ver a nuestros chavales que les acompañamos en su proceso de enseñanza-aprendizaje.

4. Por tu empatía

Tener la capacidad de ponerse en la piel del otro. De hecho, ser empático tiene mucho que ver con ser cercano y accesible.

5. Por saber escuchar

Escuchar de forma activa, mirando a los ojos, demostrar que lo que nos están diciendo a nosotros nos importa tanto como a ellos.

6. Por ser resilente

Mostrar nuestra capacidad de poder superar entre todos los momentos difíciles, hacerles frente y hacerlo con la mayor honestidad posible y hacer de estas circunstancias una gran oportunidad para enseñar lo que la vida les deparará.

7. Por dar ejemplo

Debemos tener muy en cuenta en todo momento que nuestra forma de ser, de vestir, de ver el mundo, de comportarnos porque de nuestros actos se nutrirán.

8. Por ser amable

No hay que enseñar desde el miedo, sino desde el respeto y la amabilidad.

9. Por ser divertido

La risa y la diversión son un arma tremendamente efectiva a la hora de enseñar. El saber reírse con, es una forma de rebajar la tensión, de realizar una transición entre una actividad y otra, de crear un clima de trabajo distendido, de conocernos mejor entre todos.

10. Por enseñar a aprender

Fomentando el trabajo cooperativo todos aprendemos de todos, empezando por nosotros mismos.

11. Por ser creativo

Siendo creativos, podremos enseñar a nuestros alumnos a ser diferentes a ser especiales, a ser ciudadanos excepcionales.

12. Por saber adaptarse

Porque esta adaptación nos permitirá entender y conectar mucho mejor con nuestros alumnos.

13. Por ser coherente

No hay mejor forma de ganarse el respeto de nuestro alumnos que no sea siendo coherentes con lo que somos y lo que transmitimos.

14. Por saber integrar

Todos, sin excepciones, tienen cabida. Todos tenemos mucho que aprender.

15. Por saber inspirar

Si enseñamos a aprender, entonces seremos capaces de inspirar.

16. Por no rendirse

La duda y las dificultades nos hacen más fuertes.

17. Por motivar

Motivar pasa por explotar al máximo sus capacidades, por transmitirles seguridad, por hacerles creer que son especiales.

18. Por recordar

Recordar los pequeños detalles, las anécdotas, las confidencias que nos han transmitido  tiene un enorme valor para ellos y debemos ser capaces de aprovecharlo para calar en sus corazones.

19. Por orientar

La pieza clave para que puedan caminar desde la ayuda y la confianza.

Vía El blog que te hará pensar