En medio de las réplicas continuadas del terremoto de 8.8 que golpeó Chile hace dos semanas, Save the Children trabaja para proporcionar ayuda a los niños, niñas y familias afectadas.
El terremoto tuvo un gran impacto en el acceso de la población a agua potable e instalaciones de saneamiento.
Por ello, la ONG de infancia Save the Children está distribuyendo bidones para almacenar agua y artículos de higiene como jabón y toallas entre las familias afectadas por el terremoto. El personal de Save the Children también trabaja para establecer espacios seguros para los niños.
“Los niños y niñas se han visto obligados a abandonar sus casas y están asustados después del terremoto y las fuertes réplicas que han sucedido a diario en los últimos diez días” explicó Boris Aristín, Coordinador de Emergencias de Save the Children, que se encuentra en Chile:
“Estamos trabajando para establecer espacios seguros puedan jugar y relacionarse con otros niños y niñas mientras que los padres pueden ocuparse de cubrir las necesidades básicas de la familia”.
“Además, la llegada del invierno va a empeorar la situación ya que hay un problema de albergues temporales que no se solucionará hasta que comience el proceso de reconstrucción. Las familias que viven en campamentos improvisados se quejan de las bajas temperaturas que tienen que soportar por las noches”.
Por otra parte, el comienzo de las clases después de las vacaciones de verano se ha vuelto a posponer en la mayoría de las escuelas a causa del daño estructural sufrido por los edificios a causa del terremoto, la pérdida de materiales y la utilización de las escuelas como refugios.
“Es necesario que los niños y niñas regresen a la escuela lo antes posible. Por ello estamos trabajando en la identificación de lugares para establecer escuelas temporales y oportunidades de aprender desde casa cuando sea necesario para que los niños y niñas puedan retomar una rutina y comenzar su proceso de recuperación” añadió Aristín.