El senderismo no sólo consiste en realizar una caminata en la que disfrutar del entorno.

Una mala preparación puede ocasionar que pasemos de una actividad de disfrute a una experiencia horrorosa.

Esta filosofía de las tres capas es aplicable no solamente al senderismo o trekking, sino también lo es a todos los deportes de contacto con la naturaleza que se desarrollen en la montaña, como el alpinismo, el esquí o la bicicleta de montaña.

La idea consiste en que el sistema de indumentaria técnica debe componerse de tres capas básicas: una interior (de transpiración o evacuación), una intermedia (de aislamiento) y una exterior (de protección).

De la combinación de estos tres tipos de prendas, tendremos un control efectivo tanto del traspaso de calor como de la sensación de sequedad y de abrigo.

El esquema de las tres capas

1. Capa interior o primera piel

Es la capa que se encuentra en contacto directo con nuestra piel.

Es muy importante que tenga una gran capacidad de absorción del sudor y lo expulse al exterior para favorecer su evaporación con el fin de que nos encontremos secos.

Algunas prendas están constituidas con distintos tipos de hilo dependiendo de la cara de la prenda, de manera que una de las mismas esté adaptada a la absorción rápida del sudor y la otra a la evaporación del mismo.

Este tipo de prendas suelen estar hechas en la mayor parte de los casos con tejidos sintéticos, como el poliéster, que ofrecen una gran capacidad de evacuación de la humedad.

2. Capa intermedia o segunda piel

Como hemos dicho, tiene una función aislante, reteniendo el calor de nuestro cuerpo y protegiéndonos de las inclemencias del exterior.

Han de ser prendas transpirables, de secado rápido, impermeables y cortavientos.

En los días en que no sea necesaria una tercera capa de protección, esta será la capa que esté en contacto con el exterior, utilizando una o dos de estas prendas según lo frioleros que seamos.

3. Capa exterior, membrana o capa de protección

Es una capa fundamental cuando realizamos nuestra actividad favorita en lugares o momentos de mucho viento o lluvia, por lo que queda claro que debe ser una capa impermeable y cortavientos.

Una regla que debemos seguir al elegir cualquiera de estas prendas es la del menor peso y menor volumen.

Para gustos, los colores

Una cuestión a tener en cuenta es el tema de los colores a utilizar.

Si salimos con la intención de disfrutar de la fauna, si llevamos colores llamativos (como los rojos, naranjas, verdes y azules chillones) mostraremos muy claramente nuestra presencia a los animalitos que huirán de nosotros rápidamente.

En este caso, mejor utilizar colores neutros que nos permitan camuflarnos, en la medida de lo posible, con el entorno (como los marrones, verdes oscuros, negros o grises).

Pero es cierto que en caso de que nos desorientemos y nos extraviemos los colores llamativos nos pueden ayudar a ser localizados.

Por esta razón, podemos llevar una capa de un color neutro y otra de un color chillón.

Otra posibilidad es llevar una camiseta de recambio de uno de esos colores llamativos para utilizarla a modo de señal.

Vía Nosoyundominguero