Aburrimiento: ¿Cómo? ¿Qué es esto?

Amor: el que tienes hacia tus hermanos scouts, a la naturaleza, a los proyectos que realizas…

Amistad: un no parar de conocer gente y hacer amigos.

Confianza: la que aprendes a tener en ti mismo, en tus compañeros, en tus responsables.

Confusión: el primer despertar en campamentos, no sabes si estás en tu cama o en una nube.

Enfado: a veces pasa, cuando hay discrepancias en el kraal, por ejemplo… pero tenemos múltiples formas para desenfadarnos.

Euforia: el subidón que te da cuando acabad de hacer algo de lo que te sientes muy orgulloso y lo compartes con tus hermanos scouts. Euforia porque has acabado la ruta sin ni una ampolla en los pies; euforia porque habéis cumplido con los objetivos de curso; euforia porque vuestro proyecto de servicio ha finalizado con éxito.

Felicidad: cada sábado, cuando ves tu proyecto finalizado, cuando miras a tu alrededor y te das cuenta de todo lo que tienes.

Fracaso: al menos lo hemos intentado. No todo sale bien… a la primera.

Intranquilidad: cuando estamos a miércoles y ves que aún queda para el sábado. También conocido como ansiedad o impaciencia.

Melancolía: si miras atrás y recuerdas todas las aventuras vividas y cada uno de tus años scouts, desde que empezaste hasta el día de hoy.

Nostalgia: si echas de menos los scouts que conociste en aquel campamento internacional, o si cambias de ciudad y tienes que parar tu actividad en tu grupo scout.

Orgullo: lo que sientes cuando llevas la pañoleta.

Pasión: la que pones en todo lo que haces, desde preparar una excursión hasta limpiar el Mediterráneo de escombros.

Sorpresa: al ver qué fácilmente te puedes llevar bien con todo el mundo gracias a lo que aprendes en los scouts.

Susto: cuando entras a la tienda de intendencia en campamentos y ves que ha desaparecido la Nocilla.

Tristeza: cuando acaba el curso, cuando vuelves de campas, cuando pasas de rama… no puedes evitar sentir pena, aunque mezclada con alegría y satisfacción.

 

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