Hace unos días volvimos del Campamento de Navidad de Solarana. Todos cargados de muchos buenos ratos y pocas ganas de irnos, pero además, La Manada Waingunga se trajo consigo un momento muy especial: la promesa de un lobato.
Hacía mucho que no había una de esas en la Selva, para que os hagáis una idea, algunos Viejos Lobos nunca habían visto una, exceptuando claro, a Oo, la tortuga. (ya sabéis que los reptiles viven muchos años y no hay nada en la Selva que no haya pasado ya ante sus ojos).
¡Nuestro más sincero respeto a las canas tortu! Para los que no lo sepáis, la Promesa del Lobato es un compromiso que realizan los lobeznos cuando ya han pasado todas las pistas de Baloo.
Es en este momento cuando el trapo morado que llevan al cuello se da la vuelta para enseñar, ya para siempre, la cinta verde como símbolo de su esfuerzo y progresión.
La protagonista de esta nueva promesa es Cristina, que además de acabar las pistas de Baloo, había demostrado ser siempre una buena lobata, ayudar a sus compañeros y progresar cada día. Así que esa mañana allí nos encontrábamos toda la Manada, sentados en la hierba y a la espera de la ceremonia.
La empezamos con el Gran Clamor, que dirigió Hathi, un espectáculo digno de ver y que, si algún día andáis por la Selva, quizás oigáis.
Entonces Cristina nos contó que hacer la Promesa del Lobato es un orgullo y es algo muy importante.
Se comprometió a hacer siempre lo mejor, ser amiga de Dios, descubrir las leyes de la Manada, y hacer cada día una buena acción, que no es poco.
Raksha, que es su madrina, le dio la vuelta a su pañoleta y juntas pusieron una cinta alrededor del tótem de Akela con el nombre de Cristina, la fecha y el lugar en los que realizó la promesa.
Así, todos los Viejos Lobos le dieron la bienvenida a la Roca del Consejo, un lugar al que acuden los lobatos con promesa a tomar las decisiones más importantes sobre la Manada. ¡¡Enhorabuena Cristina!!
Ahora te toca demostrar cada día que cumples tu promesa y diriges tu seisena.
A los Viejos Lobos nos encantaría ver más promesas como ésta, así que os animamos a todos los lobatos a ir haciendo las pistas de Baloo y a realizar cada día una buena acción para dar la vuelta a todos esos trapos morados.