A menudo se nos plantea la cuestión: debo aceptar a mis chavales en Facebook, en «mis amigos». Y si los acepto, ¿cómo lo hago? ¿Puedo intervenir en su perfil? ¿Cómo puedo protegerme de las fotos de «fiestas» que puedan aparecer?

Mis chavales me añaden en Facebook, ¿qué debo hacer?

Tienes dos soluciones:

  • Los rechazas todos y les explicas: « Soy tu responsable no tu colega».
  • Los aceptas a todos: en efecto Facebook es una herramienta práctica para comunicarse con ellos.

En Facebook, te responden antes que por mail. No hay problema, pero en este caso no dejes de guardar la distancia que debe existir entre un responsable y sus chavales.

Será necesario poner en marcha la protección de tu perfil.

Evita las diferencias de aceptar a unos si y a otros no, sería totalmente incompresible para ellos.

Existe una posición intermedia: aceptarlos cuando ya no están bajo tu responsabilidad, pero ello no quita la necesidad de mantener ciertas precauciones mientras sean “jóvenes”.  

¿Cómo proteger mi perfil?

  1. Clasifica tus chavales en una lista aparte (la aparición de los nuevos grupos de Facebook no afecta a este método, que es, de lejos, el más eficaz).
  2. Reduce sus posibilidades de visibilidad sobre tu perfil (en particular las fotos etiquetadas)
  3. Presta atención a tu estado. Evita comentarios del tipo : « Buena cogorza ayer en casa de Paul, vomité por todas partes… »
  4. Presta atención a los álbumes de fotos y los enlaces que puedan ver, sigues siendo su « educador » y no su colega.
  5. No escribas tus avances de relaciones o limítalos a algunos amigos, tus chavales no tienen necesidad de conocer tus conquistas.
  6. De vez en cuando debes verificar lo que pueden ver de tu perfil.  

¿Puedo comentar el estado de mis chavales?

Imagínate a tus 14-15 años, a la puerta del colegio riendo con tus amigos y tener cada día un « responsable » que se une y se ríe con vosotros.

Pues esto es lo mismo. Por lo tanto, de vez en cuando, por qué no, pero no demasiado a menudo, dejémoslos tranquilos entre sus amigos.

Por el contrario, y esto ocurre, a veces entran en páginas de contenidos dudosos o poco adecuados, aunque a su edad no lo encuentran tan terrible.

En ese caso  puede ser conveniente comentarlo con ellos y, en su caso, tranquilizarlos y desdramatizar las escenas.

Conozco todo de la vida de mis chavales y, francamente, ¡esto no coincide para nada!

Prudencia. El hecho de que descubras cosas de sus vidas no quiere decir que ellos quieran contártelo.

Lo mismo que cuando gritan al hablar de sus cosas personales en las tiendas, no quiere decir que quieran que los responsables se enteren.  Por lo tanto es imprescindible la discreción.

Ello no impide que les invitemos a ser más discretos y más prudentes.

Es importante sensibilizarles sobre el tema de la vida privada, pero te aconsejo hacerlo en un encuentro y no a través de mensajes (o mediante el chat), ellos valoran realmente este sistema.

A uno de los chavales le ha dejado su pareja ¿puedo consolarle?

¡No! ¡Déjale que sufra la pena! Bueno, realmente es más complicado.

Crecer, es también aprender a desenvolverse por uno mismo sin ayuda de los adultos. Por lo tanto, siempre con la premisa de la discreción, puedes mostrar tu presencia, pero sin agobiar.

Igualmente si el joven se te acerca para hablar, debes estar disponible.

Si no se acerca es que ¡no tenía necesidad de tu ayuda!

Acabo de ver en una foto de uno de mis chavales ha cogido una borrachera memorable y… además, que fuma. ¡Y no sólo tabaco!

Antes de Facebook, ¿crees que no lo hacían ?

Déjalo correr. Tienes la información y ello te puede ayudar a acompañar a ese joven, pero no debes montar un escándalo.

Si te dice que no fuma, siempre podrás decirle: « No te tires faroles, tengo pruebas ».

Si ves que abusa realmente del alcohol cada fin de semana, quizás merezca la pena hablar con él.

Pero déjale siempre tener su “jardín secreto”.  

Subo las fotos del campamento en Facebook, ¿puedo etiquetarlas?

¡Ah ! Tu les conoces y sabes si asumen su escultismo o no. Por mi parte, les etiqueto en las fotos más bonitas y en las que resultan más valorados, pero no en otro tipo de fotos.

Respecto de éstas les dejo hacer a ellos. Pero más allá de esto, está la cuestión del nivel de acceso a esas fotos del campamento.

¿Sólo para los que han ido al campamento ? ¿Para sus amigos? ¿Todos los amigos ? ¿Los amigos de mis amigos ? Pues dependerá de tus amigos.

Si temes  comentarios desagradables de tus amigos de fuera del escultismo, limita la accesibilidad a los asistentes al campamento.

Si no crees que exista ese riesgo, puedes abrirlo.

Diferencia las fotos de “tonterías de campamento” de las fotos “vitrina”, pues estas últimas pueden ser una buena propaganda.

En resumen …

Recuerda una cosa muy simple: Facebook es quizás un espacio virtual, pero tiene gran impacto en al vida real.

Por tanto, en Facebook, debes mantener tu posición de « responsable ».

Eres una mezcla  entre amigo, hermano mayor y padre, siempre atento a lo peligroso como los contactos, la violencia, la mentira y el engaño.

Los contactos son un riesgo real en Facebook.

Recuerda que la clave de la relación educativa es la confianza y la coherencia.

Con Facebook, no puedes permitirte la incoherencia con ellos.

Todo lo que está en Facebook puedes utilizarlo: “¿Tu fumas? », « No », “ ¡Ah ! pues en Facebook…” ¿No te sientes capaz de hacerlo? Entonces no los aceptes como amigos en Facebook.

Podrás igualmente comunicarte con ellos, sí, sí, ¡te lo juro!

Vía: LaToileScoute