El pasado sábado, como cada año, los responsables scouts de la Diócesis de Jerez se reunieron en Asamblea.
Este nuevo curso comienza con el relevo del Delegado Diocesano y del Equipo directivo.
Nuevas personas, nuevos proyectos, pero la misma esencia: el servicio a los demás a través de la educación de niños y jóvenes.
Desde 1959 hay scouts católicos en Jerez, y de aquellos años hasta hoy, decenas de miles de scouts han pasado por la treintena de grupos que en un momento u otro han existido en parroquias y colegios y que siguen trabajando cada semana.
A través del aprendizaje, experiencias y enseñanzas se han hecho mejores personas, mejores ciudadanos, mejores cristianos.
En 1998, con motivo del 30º aniversario de la Delegación Diocesana, el entonces Obispo, Don Rafael Bellido, escribió un artículo en este diario, llamado: MSC, letras impresas, donde recordaba la importancia de este movimiento en la Diócesis y en la vida jerezana.
Hoy, más que nunca, es necesaria la propuesta de valores del escultismo: en una sociedad en continuo cambio, con unas generaciones de jóvenes cuyas referencias éticas y morales están en plena transformación, los scouts son algo más que otra ONG de las muchas que hay.
Los scouts tienen vocación de transformación de la realidad que les rodea, buscando desde el compromiso personal una sociedad más justa; es una propuesta de ayuda al prójimo, donde el primer interpelado es uno mismo.
Nos pide un esfuerzo de ejemplo personal, una constante reflexión de negarse uno mismo y ser para los demás.
La gratuidad personal está en las antípodas de la soberbia y el egoísmo, ese pertinaz enemigo.
Si hoy Jerez es una sociedad mejor, los scouts tienen algo que ver, con su trabajo callado y constante.
MSC son letras impresas para siempre en la historia de la ciudad.
Es justo recordarlo.
Y reconocerlo.
Manuel Pareja, vía Diario de Jerez
Los artículos de la sección ‘Tú opinas’ reflejan exclusivamente las opiniones de sus autores y no tienen porque coincidir con posicionamientos del Movimiento Scout Católico.