“Una casa diseñada especialmente para un grupo de 8 jóvenes (…) dos meses para vivir un proceso de reeducación terapéutica (…) tendrán que ganarse el pan con el sudor de su frente (…)”.

Así es como La Sexta presenta su nuevo reality show, Generación Ni-Ni, en el que jóvenes de 18 a 24 años conviven en una casa pasando, según los productores, por un “proceso de acompañamiento y monotorización terapéutica con un equipo de educadores en la que valores, principios básicos, herramientas y habilidades sociales, puedan arraigar en ellos”.

En febrero, un mes después del lanzamiento del programa, el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña y el Consejo de la Juventud de Barcelona ya pidieron a la cadena televisiva que cortara la emisión del programa, argumentando que este “contribuye a alimentar una imagen negativa y, en ningún caso, representativa de los jóvenes”.

Recientemente, el Instituto de la Mujer también se ha sumado a la petición de retirada del programa después de la emisión de unas “escenas en las cuales varios concursantes cometen un acto que se podría cualificar de abuso sexual contra una compañera”, señala.

La cadena ha aprovechado un término sociológico para denominar un “espectáculo televisivo” que “contribuye a la estigmatización de los jóvenes, mostrándolos como un colectivo sin voluntad, ni intereses colectivos, y transmitiendo una visión parcial de la realidad“, afirman el CNJC y el CJB. Según Pau Planelles, secretario de emancipación del CNJC, “los jóvenes sí que se preocupan por las elevadas cifras de precariedad laboral, ya que el paro juvenil está rondando el 40%”.
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